La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Banco Mundial (BM) recortaron su perspectiva de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México para 2022; el primero la pasó de 2.3 por ciento a 1.9 por ciento, mientras que el segundo la degradó de 2.1 a 1.7 por ciento.
En ambos casos, los organismos señalaron que la disminución en la perspectiva se observó por la alta inflación que ha erosionando el poder adquisitivo de las familias y ocasionada, principalmente, por la guerra entre Rusia y Ucrania, así como por una política monetaria más restrictiva.
La OCDE refirió en su informe de “Perspectivas económicas 2022”, que para el próximo año su proyección de crecimiento para el país pasará de 2.6 a 2.1 por ciento.
Estimó que la inflación se situará en el 6.9 por ciento en 2022 y descenderá gradualmente hasta el 4.4 por ciento en 2023, a medida que surta efecto el impacto de las tasas de interés más altas, al considerar que la política monetaria debería seguir endureciéndose para mantener ancladas las expectativas.
Sin embargo, precisó, las perspectivas de inflación siguen siendo muy inciertas. “La inflación puede ser más alta por más tiempo, erosionando el poder adquisitivo, particularmente de los hogares vulnerables, y requiriendo un mayor endurecimiento de la política monetaria”, agregó.
La OCDE destacó que el consumo interno será un motor clave del crecimiento, respaldado por la mejora gradual del mercado laboral, las remesas y la creciente proporción de la población vacunada, mientras que el turismo se recuperará gradualmente.
Consideró que los proyectos de infraestructura pública planificados beneficiarán la inversión, al resaltar que impulsar aún más la inversión pública y el gasto social profundizaría la recuperación.
“Brindar a los inversionistas, tanto nacionales como extranjeros, certeza sobre los contratos existentes y estabilidad regulatoria ayudaría a impulsar la inversión”, sostuvo el organismo.
Estimó que las medidas para responder a los aumentos en los precios de la energía en México deben ser temporales y estar dirigidas a los hogares y las pequeñas y medianas empresas (Pymes) más afectados.
Para la economía mundial, la OCDE anticipó una debilitación drástica de sus proyecciones, a 3.0 por ciento en 2022, desde el 4.5 por ciento que proyectaba en diciembre pasado, y para el año próximo estima un avance de 2.8 por ciento.
Informó que las proyecciones de inflación ahora se sitúan en casi el 9.0 por ciento en los países de la OCDE en 2022, el doble de lo que proyectaba anteriormente.
Señaló que la inflación elevada en todo el mundo está erosionando los ingresos reales disponibles y los niveles de vida de los hogares y, a su vez, reduce el consumo.
“La medida en que el crecimiento será menor y la inflación mayor dependerá de cómo evolucione la guerra, pero está claro que los más pobres serán los más afectados. El precio de esta guerra es alto y tendrá que ser compartido”, añadió.
En tanto, el Banco Mundial sostuvo que los daños ocasionados por el Covid-19 y la invasión de Rusia a Ucrania, exacerbaron la desaceleración de la economía mundial, por lo cual podría entrar en un periodo prolongado de escaso crecimiento y elevada inflación, es decir un periodo de estanflación como no se observaba desde la década de 1970.
“Este contexto aumenta el riesgo de estanflación, con consecuencias potencialmente perjudiciales tanto para las economías de ingreso mediano como para las de ingreso bajo”, advirtió el Banco Mundial.
Así, señaló que el crecimiento mundial descenderá de 5.7 por ciento que obtuvo en 2021 a 2.9 por ciento que se registró en 2022, un porcentaje considerablemente menor al 4.1 por ciento que se había anticipado a principios de este año.
En el caso de la región latinoamericana, el BM sostuvo que se ubicará en un nivel de 2.5 por ciento este año, desde un nivel de 6.7 por ciento que registró por el efecto rebote el año pasado, es decir, tras la caída del 2020 por los efectos de la pandemia.
Específicamente en México, sostuvo que el recorte de 2.1 a 1.7 por ciento para la estimación del PIB, se explicó por las políticas monetarias más restrictivas, la alta inflación, la incertidumbre política y la desaceleración del crecimiento de Estados Unidos.
- El dato: La estanflación se explica cuando un país registra un crecimiento económico débil y un acelerado avance de los precios o de la inflación.