El Gobierno mexicano debe mantener el comercio internacional abierto, hacer un inventario de reservas de alimentos, diversificar su compra de granos y obtenerlos de manera inmediata; así como hacer alianzas con la agroindustria como una manera de prever los efectos de una eventual crisis alimentaria mundial, afirmó la presidenta de la Cámara de Comercio Internacional (ICC), María Fernanda Garza.
“Debemos evitar que los países caigan en la tentación de imponer sanciones o limitaciones o aumentar aranceles a la importación y transporte de alimentos a fin de que lleguen a todas las personas que lo necesitan”, expuso en entrevista con La Razón.
Recordó que de acuerdo con el Banco Mundial (BM), por cada punto porcentual que los alimentos incrementan su precio, 10 millones de personas en el mundo, caen en pobreza extrema.
Por tanto, expuso que el Gobierno federal debe tomar las medidas necesarias y prever que dicha situación continuará en lo que resta del año, e incluso existe el riesgo de que profundice el próximo 2023.
“Hay una inflación en todo el mundo que está generando una situación muy estresante a nivel global. Estamos todavía inmersos en la pandemia. No hemos logrado salir de ella por la falta de distribución de vacunas a todas las naciones”, acotó.
Expuso que ello ha provocado que muchas naciones, que juegan un papel muy importante en las cadenas de valor, aún se encuentran en confinamiento lo que complica aún más el avance de la economía mundial.
La presidenta de la ICC remarcó que al problema es la distribución de los alimentos, ya que aseguró que existe en el mundo suficiente cantidad para dar a comer a todos los habitantes; sin embargo, refirió, se necesita que el comercio se mantenga abierto, que los países no impongan ningún tipo de restricciones para que los alimentos lleguen a las personas que más lo necesitan.
En el caso particular de México, indicó que, debido a la pandemia, se vio como por primera vez, la economía mexicana “se separaba” de la de Estados Unidos”, toda vez que mientras esa nación se recuperaba, “nosotros no pudimos seguir ese paso”.
El motivo, explicó, es porque el Gobierno federal no apoyó a las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), principalmente en la etapa crítica de la crisis.
“El sector productivo mexicano no ha superado la pandemia; el que el Gobierno federal no haya apoyado a las Pymes, principalmente en la etapa crítica de la crisis sanitaria, hizo que muchas empresas quebraran y se rompieran esas cadenas de valor”, sostuvo.
De ahí la necesidad de que México agilice el comercio internacional, en aduanas, así como en puertos y aeropuertos para que los alimentos puedan llegar de manera más expedita a las personas que lo necesitan.
Al respecto, la empresaria mexicana indicó que es muy importante conocer cuáles son las medidas que el Gobierno de México va a implementar con el resto del mundo, porque como es un problema global, los países necesitan estar comunicados para evitar cuellos de botella en las cadenas de suministro.
Dijo que evidentemente hay una reconfiguración de las cadenas de valor a nivel mundial, que, a su vez, lleva a una diversificación del comercio internacional; es decir, las empresas ya no concentran sus plantas en un solo país.
“Esto abre una oportunidad para México, en el sentido de que empresas que antes no participaban en el mercado nacional, ahora lo hagan, sobre todo por la ventaja que implica estar junto a EU”.
Sin embargo, acotó que para ello las empresas deben modificar su manera de operar para volverse más flexibles en su producción y diversificar sus fuentes de suministro.
A su vez, María Fernanda Garza, subrayó que es fundamental que México envíe señales de confianza al exterior para atraer la tan necesaria Inversión Extranjera Directa a diferentes partes del país.
“La confianza es lo que mueve las inversiones. Al momento de tomar la decisión de dónde invertir, los hombres del dinero hacen una evaluación muy detallada de los riesgos que puede implicar llevar su capital a determinado país.
“Por tanto, la parte de certidumbre, tanto jurídica y de confianza en el rumbo de los países es vital. Hoy más que nunca es importante que México mande esas señales de confianza y de respeto a la ley para que esas inversiones puedan llegar”, afirmó.
Consideró que en lo que resta del actual Gobierno aún es tiempo para actuar y para enviar esas señales positivas, pero también las empresas tenemos que hacer nuestra parte al reconvertir nuestra actividad productiva”.