Alemania e Irlanda critican la decisión de Reino Unido de anular, unilateralmente, partes del acuerdo del Brexit con la Unión Europea, argumentando que “no hay justificación legal o política” para la determinación del primer ministro Boris Johnson.
Lo anterior debido a que el parlamento británico considera una nueva ley que cambiaría los acuerdos aduaneros entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte, convenidos inicialmente como parte de su acuerdo de salida de la Unión Europea.
Gran Bretaña asegura que los cambios son necesarios para aliviar los requisitos del acuerdo de salida, diseñado para evitar que los bienes fluyan hacia Irlanda, miembro de la UE, a través de la provincia británica de Irlanda del Norte.
No obstante, este domingo los ministros de relaciones exteriores de Alemania e Irlanda, Annalena Baerbock y Simon Coveney, respectivamente, rechazaron ese argumento.
A través del periódico británico The Observer, dijeron que "no hay justificación legal o política para romper unilateralmente un acuerdo internacional firmado hace sólo dos años".
"La presentación de la legislación no solucionará los desafíos en torno al protocolo. En cambio, creará un nuevo conjunto de incertidumbres y hará que sea más difícil encontrar soluciones duraderas", agregaron.
El llamado Protocolo de Irlanda del Norte dentro del acuerdo mantiene una frontera abierta con Irlanda, miembro de la UE, y libre de puestos aduaneros.
La administración Boris Johnson, quiere eliminar los controles sobre productos como la carne y los huevos que llegan a Irlanda del Norte desde el resto del Reino Unido, que protegen el mercado único de la Unión Europea.
Los críticos de Johnson, opositores e incluso miembros de su propio partido, junto con observadores europeos, han señalado que el plan viola el derecho internacional, pero el gobierno argumenta que está justificado por la “situación genuinamente excepcional”.
Baerbock y Coveney también argumentaron que la medida pone en peligro la paz en Irlanda del Norte en virtud del Acuerdo del Viernes Santo, que ayudó a poner fin a décadas de violencia sectaria y se mantiene desde 1998.
El gobierno de Johnson esperaba aprobar la legislación, que se debatirá nuevamente en el Parlamento el 13 de julio cuando comiencen las vacaciones de verano a finales de mes. Esto podría convertirlo en ley a fines de 2022.
La UE ha amenazado con tomar represalias contra el Reino Unido si sigue adelante, lo que aumenta la posibilidad de una guerra comercial entre los dos principales socios económicos.
Con información de Reuters y AP.
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