El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) consideró que la declaratoria del Tren Maya como obra de seguridad nacional inhibe inversiones, pues estas decisiones no generan confianza ni certeza jurídica a los capitales.
El presidente nacional del IMEF, Alejandro Hernández Bringas, consideró que es una falta de seriedad recurrir a este tipo de mecanismos para poder hacer “sí o sí” los proyectos que deben tener un orden, en los cuales el Gobierno debería fomentar el respeto a las instituciones y a la reglamentación.
“Los inversionistas viendo y observando ese orden y ese respeto, es una invitación a invertir, pero en caso contrario, pensarán más de una vez el poder invertir sus dineros para inversiones donde hay una clara falta de respeto y de seriedad a la regulación y a las instituciones”, añadió en videoconferencia.
Así, agregó, la decisión de declarar como una obra de seguridad nacional el Tren Maya, con lo cual se reiniciaron los trabajos, suspendidos por juicios de amparos interpuestos por ambientalistas, es contraria al “piso parejo” que quieren los empresarios y que no sólo a los proyectos del Gobierno se les permitan “atajos”.
“No es la forma de hacerlo y no se trata nada más de entregar en una fecha determinada, sino de hacer los planes bien”, subrayó al destacar que estos son proyectos de largo plazo y tan importantes que se les debe dar el respeto debido y estar avalados por las autoridades e instituciones correspondientes.
Por su parte, el presidente del Comité Nacional de Estudios Económico del IMEF, Mario Correa Martínez, consideró que el Tren Maya pone en riesgo la seguridad nacional, pero por el problema ecológico que está generando su construcción en esa zona del país.
Afirmó que declaratoria de esta obra como de seguridad nacional es un ejemplo de las decisiones de política pública que inhiben la inversión, no generan confianza ni certeza jurídica a los capitales.
Por otra parte, el presidente del IMEF dijo que a pesar de la relativa estabilidad en las perspectivas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), debe notarse que el escenario continúa siendo altamente incierto y prevalece un fuerte sesgo a la baja.
De hecho, la posibilidad de una recesión en la actividad económica no sólo está presente, sino incluso aumenta su probabilidad de ocurrencia hacia el segundo trimestre de 2023, y señaló que el principal factor de incertidumbre previsible es el de la interacción entre la alta inflación y la política monetaria a través del alza en las tasas de interés para contener la escalada de precios.
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