Pronóstico de México

FMI eleva expectativa de PIB de 2.0 a 2.4%

Señala que México es de las 4 grandes economías de AL con recuperación más robusta; organismo recorta proyección para 2023 de 2.5 a 1.25

FMI revisó al alza su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana. Foto: Reuters (Archivo).

El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó al alza su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana en este año de 2.0 por ciento previsto en abril a 2.4 por ciento, pero recortó prácticamente a la mitad su proyección para 2023, de 2.5 a 1.2 por ciento.

Así, México se ubicó entre los pocos países que recibieron una mejoría en su expectativa crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) en este año, junto con Rusia, Brasil, Italia y Sudáfrica.

No obstante, también se encuentra entre los que sufrieron los mayores ajustes a la baja en las proyecciones para 2023, como Alemania, Estados Unidos, España y Rusia.

Las nuevas expectativas del FMI para la economía de México se encuentran muy por debajo de los pronósticos oficiales de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de 3.4 por ciento en 2022 y de 3.5 por ciento en 2023.

Pese a ello, el organismo financiero internacional señaló que México está dentro de las cuatro grandes economías de América Latina que han mostrado una recuperación más robusta, junto con Brasil, Colombia y Chile, que contribuyeron a mejorar la expectativa de la región para este año en 0.5 puntos porcentuales, de 2.5 a 3.0 por ciento.

Sin embargo, el panorama se complica en 2023, debido a lo que se espera sea una fuerte desaceleración de Estados Unidos y China, y a los efectos de condiciones monetarias locales más duras para enfrentar la inflación, por lo cual recortó la perspectiva de crecimiento del PIB de la región latinoamericana en 0.5 puntos porcentuales, de 2.5 a 2.0 por ciento.

Gráfico

Para la economía global, el organismo financiero internacional bajó su estimación de crecimiento para este año de 3.6 a 3.2 por ciento y para 2023 de 3.8 a 2.9 por ciento, como un reflejo del estancamiento del crecimiento en las tres economías más grandes del mundo, como son Estados Unidos, China y la zona del euro.

A pesar de la desaceleración de la actividad, revisó al alza la inflación mundial, en parte debido al aumento de los precios de los alimentos y la energía.

Se prevé que la inflación de este año alcance el 6.6 por ciento en las economías avanzadas y el 9.5 por ciento en las economías de mercados emergentes

y en desarrollo (revisiones al alza de 0.9 y 0.8 puntos porcentuales respectivamente) y se prevé que se mantenga elevada por más tiempo.

La inflación también se ha ampliado en muchas economías, lo que refleja el impacto de las presiones de costos de las cadenas de suministro interrumpidas y los mercados laborales históricamente ajustados.

El FMI apuntó que los riesgos para las perspectivas están “abrumadoramente inclinados a la baja”, ya que la guerra en Ucrania podría llevar a una parada repentina de los flujos de gas europeos desde Rusia.

Además, la inflación podría permanecer obstinadamente alta si los mercados laborales siguen siendo demasiado ajustados o las expectativas se desanclan, o la desinflación resulta más costosa de lo esperado.

Consideró que unas condiciones financieras mundiales más estrictas podrían inducir un aumento de las dificultades de endeudamiento en las economías de mercados emergentes y en desarrollo, mientras que los nuevos brotes y confinamientos por Covid-19 podrían suprimir aún más el crecimiento de China

Asimismo, el aumento de los precios de los alimentos y la energía podría causar inseguridad alimentaria generalizada y disturbios sociales y la fragmentación geopolítica podría obstaculizar el comercio y la cooperación mundiales.