La economía de Estados Unidos, principal socio comercial de México, registró una reducción entre abril y junio de este año por segundo trimestre consecutivo, con una contracción del 0.9 por ciento anual, elevando así los temores de una recesión inminente, informó ayer el Departamento de Comercio.
Esta caída del Producto Interno Bruto —la medida más amplia de la economía— siguió a la contracción de 1.6 por ciento anual en el primer trimestre del año.
La disminución del PIB en dos trimestres consecutivos constituye un indicador informal, aunque no definitivo, de “recesión técnica”.
Sin embargo, la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos (NBER, por sus siglas en inglés), el árbitro oficial de las recesiones en Estados Unidos, define una recesión como “una disminución significativa en la actividad económica que se extiende por toda la economía, que dura más de unos pocos meses, normalmente visible en la producción, el empleo, el ingreso real, y otros indicadores”.
El informe del Departamento de Comercio aparece en un momento crucial. Consumidores y empresas padecen los efectos de una fuerte inflación y el encarecimiento del crédito.
El miércoles, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos aumentó su tasa de interés referente en 75 puntos base por segunda vez consecutiva para tratar de contener la inflación más alta de las últimas cuatro décadas.
La Fed intenta lograr un muy dificultoso “aterrizaje suave”: un freno a la economía que contenga el aumento desenfrenado de los precios sin provocar una recesión.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, y muchos economistas han dicho que, si bien la economía se debilita, no ha caído en una recesión.
Apuntan en particular al robusto mercado laboral, con 11 millones de ofertas de empleo y una tasa de desempleo insólitamente baja de 3.6 por ciento, para insinuar que la recesión, si viene, aún es un hecho lejano.
El cálculo del PIB para el trimestre abril junio, el primero de tres que publica el gobierno, marca una caída drástica respecto del crecimiento de 5.7 por ciento del año pasado, la mayor expansión desde 1984, reflejo del vigor con que la economía rebotó luego de la recesión, breve pero brutal, provocada por la pandemia en 2020.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, comentó que la contracción de la economía de Estados Unidos en el segundo trimestre es una señal de una desaceleración inevitable y significativa, pero sostuvo que la actividad sigue siendo fuerte, especialmente en cuanto al empleo.
En conferencia de prensa, no descartó una recesión, en momentos en que la Fed y el gobierno del presidente Joe Biden se esfuerzan por reducir una inflación que está en máximos de 40 años. Sin embargo, se negó a admitir que haya una tras dos trimestres de contracción del PIB.
Yellen dijo que la mayoría de los estadounidenses definen las recesiones como similares a las que se han producido en el pasado.
“Pérdidas sustanciales de puestos de trabajo y despidos masivos, cierres de empresas, ralentización considerable de las actividades del sector privado, presupuestos familiares sometidos a una inmensa presión (...) un debilitamiento generalizado de nuestra economía”, agregó. “Eso no es lo que estamos viendo ahora”, sostuvo Yellen
Por su parte, el presidente Joe Biden trató de calmar las preocupaciones de los estadounidenses sobre la fortaleza de la economía, tras los nuevos datos mostraran que la actividad se contrajo durante dos trimestres consecutivos. “Esto no me parece una recesión”, expresó a periodistas.
Si bien con el comportamiento que ha mostrado hasta ahora la economía de Estados Unidos se está desacelerando y no ha caído en recesión, sí se está aproximando, lo que podría a jalar en el mismo sentido al PIB de México.
Esto, porque Estados Unidos lidera la inversión extranjera en México, además de que es el principal socio comercial de nuestro país, pues a esa nación se dirige más del 80 por ciento de las exportaciones nacionales.
Información del intercambio comercial de Estados Unidos muestran que, de enero a mayo de este año, sus principales socios comerciales son Canadá, representando el 15.05 por ciento de su comercio internacional, México con 14.62 por ciento, China con 13.07 por ciento, Japón con 4.40 por ciento y Alemania con 3.98 por ciento.
Empleo se recupera en junio; todo es informal
La población ocupada en México llegó a 57.4 millones de personas en junio de este año, cifra mayor en 281 mil respecto a los 57.1 millones de mayo pasado, cuando se perdieron 518.1 millones, pero la totalidad de la recuperación fue de empleos informales.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de los de los 281 mil puestos de trabajo recuperados en junio pasado, se generaron 292 mil empleos informales, pero se perdieron 11 mil plazas formales.
Respecto a junio del 2021, cuando la población ocupada ascendió a 55.1 millones de personas, la cifra es superior en 2.3 millones, de los cuales 1.5 millones fueron puestos informales y 779 mil fueron plazas formales, según los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, Nueva Edición (ENOEN).
Reportó que, la población ocupada informal ascendió a 32.1 millones de personas en junio de este año, cifra mayor en 292 mil 245 respecto a la de 31.7 millones en mayo pasado y 1.6 millones de pesos más que en igual mes del 2021, cuando fue de 30.5 millones.
En tanto, agregó el organismo, la población desocupada fue de 2.0 millones de personas en junio, monto superior en 57.6 mil respecto a mayo, pero inferior en 319 mil 423 personas en comparación a junio del 2021.
Así, en junio del 2022, la población desocupada representó 3.3 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), similar a la tasa de mayo, pero 0.7 puntos porcentuales menos que hace un año, cuando fue de 4.0 por ciento.
Con ello, la Población Económicamente Activa (PEA) fue de 59.4 millones de personas en junio, con un aumento de 339 mil en comparación con mayo pasado y superior en 2.0 millones respecto a junio del 2021.
El Grupo Financiero Banorte destacó que el resultado de las plazas laborales fue positivo, especialmente ante algunos efectos estacionales que tienden a ser mixtos, parcialmente por el inicio del periodo vacacional de verano, principalmente en niveles de educación superior y media superior, y compensando, hasta cierta medida, la pérdida de mayo, de 518.1 mil, que fue inusual.
En lo que va del año, el total de empleos creados es de 202.8 mil plazas, aunque aún 237.1 mil posiciones debajo de su máximo histórico en abril, agregó la institución financiera.
Por su parte, el Grupo Financiero Citibanamex comentó que los datos de la ENOEN en junio muestran que persiste debilidad en el mercado laboral en México, pero la recuperación es gradual y la expansión de las remesas deberá mantener el consumo en una trayectoria de crecimiento modesto.
En tanto, el Grupo Financiero Monex consideró que las cifras de empleo muestran que junio no estuvo exento de riesgos, pero sugieren que el panorama es más balanceado de lo que se anticipaba, sobre todo en comparación con el escenario de recesión que los mercados parecían considerar en cierto momento para nuestro país.
“La resiliencia del mercado laboral se da no solo en términos de la generación de empleos, sino incluso en frentes como el de la formalidad o el de los salarios”, subrayó, la institución financiera en un reporte.