El Banco de México (Banxico) incrementó en 75 puntos base su tasa de referencia para colocarla en un nuevo máximo histórico de 8.50 por ciento, medida que ya estaba descontada por el mercado luego del último dato de inflación, que en julio se ubicó en 8.15 por ciento, el más alto en dos décadas, y adelantó que valorará la magnitud de sus próximos ajustes al alza.
En su quinto anuncio de política monetaria del año, la Junta de Gobierno del Banxico decidió un segundo “apretón” de 75 puntos base de forma consecutiva, luego de que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos continuara su política alcista en sus tasas de interés y ante la escalada de precios en México.
La última vez que la tasa de referencia se ubicó por encima del 8.0 por ciento fue en la decisión de política monetaria del 20 de diciembre del 2018, cuando incrementó en 25 puntos base, para dejarla en el máximo, hasta ese momento, de 8.25 por ciento, manteniéndola en ese nivel hasta agosto de 2019, a fin de hacer frente a la espiral inflacionaria que originó el llamado “gasolinazo” de 2017, que en promedio fue de 5.0 por ciento en ese periodo.
Con la presencia de todos sus miembros, la Junta de Gobierno del Banxico decidió por unanimidad incrementar en 75 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 8.50 por ciento, con lo que impuso un nuevo máximo histórico desde 2008, cuando inició la política monetaria vigente a través de la tasa de referencia.
“Con esta acción, la postura de política monetaria se ajusta a la trayectoria que se requiere para que la inflación converja a su meta de 3.0 por ciento dentro del horizonte de pronóstico”, agregó el banco central.
En un cambio de tono respecto al comunicado del 23 de junio, la Junta de Gobierno anticipó que “valorará la magnitud de los ajustes al alza en la tasa de referencia de sus próximas reuniones de acuerdo con las circunstancias prevalecientes”, lo que analistas interpretan como que el Banxico abre la puerta a regresar a aumentos de 50 puntos base en la tasa objetivo y desligarse de las decisiones al alza que tome la Fed para sus rendimientos.
El Banxico expuso que las presiones inflacionarias acumuladas derivadas de la pandemia y del conflicto bélico continúan afectando a las inflaciones general y subyacente, que en julio registraron tasas anuales de 8.15 y 7.65 por ciento respectivamente, manteniéndose en niveles no observados en dos décadas.
Ante presiones inflacionarias mayores a las anticipadas, los pronósticos para la inflación general y la subyacente se revisaron al alza hasta el tercer trimestre del 2023, aunque se sigue previendo que la convergencia a la meta de 3.0 por ciento se alcance en el primer trimestre del 2024.
“El balance de riesgos respecto a la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico continúa con un considerable sesgo al alza”, consideró.
Así, revisó al alza su pronóstico para la inflación general al cuarto trimestre del 2022 de 6.5 por ciento en junio a 8.1 por
ciento, mientras que mantuvo en 3.2 por ciento el del cuarto trimestre del año próximo y ratificó su expectativa de acercarse a su meta a principios del 2024.
Ahora, la mayoría de los especialistas prevén que el Banxico aplique dos nuevos incrementos de 50 puntos base cada uno en lo que resta del año, con lo cual la tasa de referencia cerraría en 9.50 por ciento, imponiendo nuevamente un nivel nunca visto desde que inició el control de la inflación a través de ajustes en las tasas de interés.
Pese al nivel histórico de 8.50 por ciento que alcanzó la tasa de referencia tras el segundo aumento de 75 puntos base aplicado ayer por el instituto central, México tiene el menor nivel entre las cinco principales económicas de América Latina, ya que la de Argentina es de 69.50 por ciento, Brasil de 13.75 por ciento, Chile de 9.75 por ciento y Colombia 9.00 por ciento.
No obstante, si se compara con los integrantes del Grupo de los Veinte (G-20), que agrupa el 90 por ciento del PIB mundial, el 80 por ciento del comercio global y dos tercios de la población mundial, la tasa de referencia de México es la cuarta más alta, sólo debajo de Argentina, Turquía (14.00 por ciento) y Brasil.
