Del 30 de abril al 15 de agosto los 24 productos de la canasta que contempla el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic) incrementó 6.2 por ciento en la Ciudad de México, 1.6 puntos porcentuales más que lo que se observó hace un mes.
De acuerdo con el Grupo Consultor de Mercado Agrícolas (GCMA) en las zonas metropolitanas de Guadalajara y Monterrey, la canasta de los 24 productos también registró un incremento, pero en menor cuantía. En la primera, los precios promedio crecieron 4.5 por ciento, mientras que, en la segunda, el aumento fue de apenas 0.6 por ciento.
Por costo promedio, la canasta de frutas, verduras y productos de higiene, tuvo un precio de mil 132 pesos en Guadalajara; en tanto, en Monterrey el costo fue de mil 100 pesos y para la Ciudad de México ascendió a mil 111 pesos, en el periodo de referencia.
De manera detallada, en la capital del país 17 de los 24 productos registraron aumentos de precio y nueve disminuyeron; sin embargo, la naranja fue la que tuvo el mayor repunte de precio con una variación de 143.9 por ciento, seguida por la papa, con un crecimiento de 94.3 por ciento, y el tomate saladette, con un incremento de 25.7 por ciento.
En Guadalajara, el alimento con la variación más elevada fue la papa, con un repunte de 96.4 por ciento; la naranja, con 82 por ciento; el frijol pinto, con 50.7 por ciento y el tomate saladette, con 26.1 por ciento; mientras que en Monterrey, la naranja se elevó 105.9 por ciento; la papa lo hizo en 100.1 por ciento; el frijol, en 38.6 por ciento y la cebolla en 45.6 por ciento.
Respecto a esto, Juan Carlos Anaya, presidente del GCMA, explicó que lo que se puede observar con estos datos es que sigue habiendo una presión al alza en los precios, la cual continuará, todavía, durante los siguientes meses.
“Sigue habiendo una presión al alza de los precios que los vamos a seguir observando en los próximos meses, principalmente, en todo lo que falta del mes de septiembre y a lo mejor a partir de noviembre podremos observar unas pequeñas caídas en el nivel de inflación”, sostuvo.
En entrevista con La Razón, el experto sostuvo que la persistencia en los precios continúa debido a la tendencia de los mercados, principalmente del de los granos; ya que, aunque han bajado los precios de los futuros, los costos físicos —que ya incluyen los de logística—, siguen estando altos.
Debido a esto, explicó que el impacto del Pacic no se ha observado de manera inmediata, ya que algunas empresas habían adquirido con anticipación y a precios altos sus materias primas, por lo que los costos bajos se van a observar casi hasta finales del año, sostuvo.
Menos compras
La reducción de precios de algunos productos pecuarios, como el pollo, la carne de res, el huevo y la tortilla comenzarán a observarse pronto, debido a temas estacionales y climatológicos, que impulsarán su disminución; sin embargo, en casos específicos como la carne de res, la caída de precios se explica por una menor demanda para sortear la inflación.
“La gente empieza a demandar o a comprar productos de menor valor, como en la res, en la que prefieren la carne molida, los bistecs, entre otros… y eso hace que la demanda se adelante, se vean afectados y tengan que bajar los precios”, señaló.
Seguridad, amenaza
Anaya subrayó que el tema de la seguridad incide directamente en los precios, al destacar que los últimos actos violentos que se han registrado en algunos estados del país, terminarán por afectar la caída en los costos.
Asimismo, señaló que dentro del anuncio del Pacic, el Gobierno federal se comprometió en mejorar e incrementar la seguridad, lo cual no ha pasado, afectando así a las cadenas de producción.
“Dentro del Pacic, uno de los acuerdos del Gobierno fue mejorar e incrementar la seguridad, situación que no hemos visto y más este fin de semana y todavía el martes en Baja California. Esto nos provocó que el viernes cerraran las exportaciones de aguacate hacia Estados Unidos que, aunque se abrieron el domingo, significan un impacto.
“Pero si siguen este tipo de situaciones puede haber afectaciones en las cadenas, porque la gente deja de cortar, deja de mover sus productos ante temas de inseguridad. El Gobierno tiene que asumir una mayor responsabilidad y una mejor estrategia en el tema”.
Explicó que derivado de estos actos, se deja de producir, de transportar, además de que el costo de las pólizas de seguros se incrementa, significando para los productores aumentos en la producción que se terminan por trasladar al consumidor.
Aun con ello, el experto sostuvo que el Gobierno realizó un trabajo importante en materia de contención de precios, pero “desgraciadamente”, el empuje fue con el sector agroindustrial y de autoservicio; sin embargo, en éste último tiene un bajo impacto en los consumidores.
“El Gobierno hizo un trabajo importante con el autoservicio, desgraciadamente no todo se vende en autoservicio, éste tiene más de 3 mil 500 unidades y los mercados muchos más”, añadió.
