En México, si una mujer quiere obtener el mismo ingreso promedio anual que un hombre, tendría que trabajar 51 días más para obtenerlo, debido a la brecha salarial de género, señaló un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
En un foro realizado por el instituto, en conjunto con Bayer, INTERprotección, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi), Valeria Moy, directora del Imco refirió que la brecha salarial en el país se ubica en 14 por ciento; es decir, que por cada 100 pesos que un hombre ocupado percibe en ingresos laborales, una mujer recibe apenas 86 pesos.
En 2005 las mujeres percibían 21 por ciento menos ingresos promedio que los hombres. A pesar de los avances a lo largo de las últimas décadas, el reto persiste.
El punto más bajo en la brecha salarial se observó en la pandemia derivado del Covid-19, cuando la brecha de ingresos se estrechó hasta un 11 por ciento, debido a que la recuperación del empleo para las mujeres fue más lenta.
“Aunque se cierra la brecha durante a 11 por ciento durante lo peor de la pandemia, realmente se debió a que las primeras mujeres que perdieron el trabajo fueron aquellas que menos ganaban, al grado de que el ingreso promedio de las mujeres subió, y esto se combinó con una caída en los ingresos de los hombres, entonces todo eso cerró la brecha, pero fue una pésima noticia para las mujeres”, destacó Fátima Masse directora de Sociedad Incluyente en el Imco.
Si bien, el Imco explica que la brecha de género es menor que las de países como Islandia, Perú, Japón, o Reino Unido, el trasfondo de estas cifras es que en México muy pocas mujeres en edad productiva entran a la economía remunerada, la mayoría de ellas o el 70 por ciento de las mujeres en México, ganan menos de dos salarios mínimos y pocas crecen durante su trayectoria profesional.
Valeria Moy aseguró que lo anterior responde a la serie de barreras que enfrentan las mujeres para entrar, permanecer, crecer y desarrollarse en sus empleos, como una mayor carga de trabajo no remunerado para el sector femenino, los estereotipos de género que causan mayor concentración de fuerza laboral femenina o masculina en determinados sectores, entre otros.
Es decir, aunque no existe una explicación única ni generalizada detrás de la brecha de ingresos, los principales factores que inciden en las dinámicas económicas están relacionados con las horas de trabajo, la posición jerárquica, nivel educativo y la concentración de personas del mismo sexo en ciertos sectores y ocupaciones.
Los sectores de la economía mexicana donde los hombres ganan más que las mujeres son información en medios masivos, otros servicios no gubernamentales, y comercio al por menor.
