El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) advirtió que la inversión nacional y extranjera hacia el país podría disminuir en caso de que se apruebe una reforma en materia electoral que vulnere la democracia.
El presidente nacional del IMEF, Alejandro Hernández Bringas, expresó el beneplácito del organismo por la abundante participación de la ciudadanía en la marcha del 13 de noviembre en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), como uno de los pilares sobre los que está construida la vida democrática del país.
Más allá de que cualquier institución puede ser perfectible, “no es el momento apropiado para cambiar las reglas del juego en la contienda electoral”, sostuvo respecto a la posibilidad de que el Ejecutivo presente un “plan B” para modificar leyes secundarias y que avance la reforma electoral sin cambios constitucionales.
En videoconferencia, destacó la importancia de estimular la inversión, ya que es un motor importante para la recuperación económica, pero afirmó que “no ayuda” que haya situaciones que pongan en riesgo los flujos de capitales nacionales o extranjeros al país.
“El hecho de una Reforma Electoral que vulnere la democracia es algo que puede contribuir a que la inversión, si tal vez no la mitigue en su totalidad, sí disminuya, no es bueno para nuestra economía, porque necesitamos mucha más inversión como motor de crecimiento de nuestra economía”, subrayó.
Por su parte, el presidente del Comi-
té Nacional de Estudios Económicos
del IMEF, Mario A. Correa Martínez, coincidió en que cualquier evento que cambié el marco institucional del país en perjuicio de claridad para la inversión, no es una buena noticia para la economía.
Sostuvo que las medidas políticas, como los cambios en materia electoral que se pretenden impulsar en esta administración, son uno de los factores que afectan “para bien o para mal” la confianza que tiene la inversión en el país.
Por otra parte, el presidente nacional del IMEF señaló que el organismo anticipa una mejoría en las perspectivas de crecimiento para 2022, por lo cual elevó su estimación de 1.9 a 2.5 por ciento.
Sin embargo, precisó, las proyecciones para 2023 continúan deteriorándose ante las señales de debilidad en algunos indicadores clave, en especial en el sector industrial, donde la construcción sigue con poca fuerza ante los temores de la desaceleración en la economía estadounidense, por lo cual rebajó ligeramente su pronóstico de 1.2 a 1.1 por ciento.
Ante la debilidad que muestra la economía, consideró que el principal reto para el país es disminuir la inflación lo más pronto posible, para quitarle presión al Banco de México (Banxico) en su política monetaria e incrementar la productividad del país.
Refirió que también “hay una preocupación considerable sobre las finanzas públicas”, ya que si bien el Gobierno ha logrado mantener los indicadores de las metas fiscales en orden, tal parece que los espacios de holgura en las finanzas públicas se han agotado.
Además, el presupuesto para 2023 está construido sobre supuestos muy optimistas, que de no darse en los hechos, comprometerían el alcanzar las metas planteadas, que son más relajadas que en años previos, anotó.