A pesar de los riesgos de recesión global, la economía mexicana podría crecer 2 por ciento en 2023, estimó Rodrigo Mariscal, economista en Jefe y Titular de la Unidad de Planeación Económica de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Durante su participación en el podcast Norte Económico, de Grupo Financiero Banorte, el economista consideró que existen factores internos y externos que podrían contribuir a un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional el próximo año.
Entre los factores internos, señaló que se ha visto un crecimiento por arriba del consenso de analistas y destacó el buen desempeño reciente de la economía mexicana en dos rubros: actividad económica y empleo.
En los factores externos que podrían apoyar esta proyección, consideró la resiliencia en la economía estadounidense: una política monetaria restrictiva que parecería está pasando, la producción industrial que no ha desacelerado y el incremento en el margen de las remesas.
“A pesar de lo que podría pasar en el mundo en términos del conflicto con Rusia y Ucrania o la política monetaria de Estados Unidos, creemos que esos factores le pueden dar una buena dinámica de crecimiento a Estados Unidos. Entonces, si partimos de una base que ya se ganó, yo veo que muy probablemente podemos estar pensando que la economía mexicana vaya creciendo por arriba del 2 por ciento”, estimó.
Insistió en que en México existe ya una base de la cual partir y que, sin ánimos de ser excesivamente optimistas, "ya ganamos un nivel muy superior, que tendría que venir un choque muy fuerte para tumbarnos de ese nivel que ya se ganó.”, comentó.
Resaltó también el incremento en el gasto presupuestado en inversión física para 2023, que alcanzaría 3.6 por ciento del PIB, luego de haber tocado fondo en 2019, con una inversión federal de apenas 2.3 por ciento.
“Hay un esfuerzo por el lado del sector público de incrementar la capacidad productiva de la economía y esto a fin de cuentas es obra pública que tiene una derrama económica (y) un mecanismo multiplicador en el gasto que también creemos que va a ayudar a la actividad económica”, mencionó.
DINAMISMO EN EU BENEFICIA A MÉXICO
El crecimiento en la producción industrial en Estados Unidos, sobre todo en aquellas entidades más vinculadas a la actividad económica en México, como California, Texas, Arizona, Michigan e Illinois, es una buena señal para la economía mexicana, opinó Mariscal.
“Vemos que ahí hay una oportunidad, sobre todo en la parte manufacturera y aquellos rubros de la actividad industrial de Estados Unidos que están más vinculados a la parte de México”, como los sectores automotriz y aeroespacial.
Enfatizó la importancia de canalizar esta derrama económica a la región sur y sureste del país para lograr una mejor distribución de los beneficios que trae consigo la relocalización de empresas, fenómeno mejor conocido como "nearshoring".
En segundo lugar, mencionó la fortaleza que ha mostrado el mercado laboral en Estados Unidos, algo que suele traducirse en un incremento en el envío de remesas a México. “La parte de empleo laboral de Estados Unidos, y en particular de los latinos, ha crecido muchísimo”, dijo.
Finalmente, consideró que los temores de recesión en Estados Unidos aún no están apoyados por los datos y anticipó una política monetaria con incrementos menos agresivos por parte de la Reserva Federal.
CEHR