Es muy probable que México tenga una recesión, impulsada por la que prevén que enfrente Estados Unidos, por las altas tasas de interés, así como por el apoyo fiscal limitado, señalaron especialistas de Bank of América (BofA) Securities.
“México siempre ha tenido una recesión cuando Estados Unidos tiene una, al menos desde que las dos economías han estado vinculadas por el acuerdo comercial ahora conocido como T-MEC (anteriormente el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, 1994)”, agregaron en un reporte.
Los economistas de BofA Securities Carlos Capistrán, Christian González Rojas y Claudio Irigoyen señalaron que el país vecino del norte casi siempre ha tenido una recesión cuando la Reserva Federal (Fed) de ese país ha aumentado las tasas de interés referencial sustancialmente e invierte la curva de rendimiento.
Así, refirieron, ahora el consenso de analistas es de una alta probabilidad de recesión en Estados Unidos en los siguientes 12 meses.
Como resultado, los ciclos de alzas de la Fed son un buen indicador de las recesiones mexicanas, subrayaron.
“Nuestros economistas esperan una recesión en Estados Unidos este año (con una caída de 0.4 por ciento en el crecimiento del Producto Interno Bruto) y, por lo tanto, también esperamos una recesión en México (con una contracción económica de alrededor del 0.5 por ciento).”, señalaron.
BofA Securities apuntó que los dos principales canales de transmisión económica de la recesión de Estados Unidos a México son las exportaciones nacionales a ese país y la recepción de las remesas que envían nuestros compatriotas desde territorio estadounidense.
“Esperamos que tanto las exportaciones como las remesas se desaceleren en 2023, empujando a la débil economía de México a una recesión”, advirtieron los economistas.
De igual manera refirieron que las tasas de interés más altas en México y el apoyo fiscal limitado también desempeñarán un papel en la recesión en el país, al menos al no brindar apoyo contracíclico.
Potencialmente, añadió, la política monetaria y fiscal podría amplificar el choque externo (como durante la pandemia). El Banco de México (Banxico) está limitado por la alta inflación y las expectativas de este indicador, mientras la política fiscal está limitada por la austeridad de la administración y por la falta de ahorro.
La institución financiera precisó además que los riesgos que ve para la recesión prevista para nuestro país, es que tarde todavía más en manifestarse tanto en Estados Unidos como en México o que ésta sea más profunda de los esperado.
VEN AVANCE ECONÓMICO LIMITADO
La American Chamber of Commerce of Mexico (AmCham Mexico) estimó que la economía mexicana crecerá no más de 1.2 por ciento este año, mientras que para 2022 anticipó un aumento de entre 2.9 y 3.1 por ciento.
El asesor económico de AmCham Mexico, Luis Foncerrada, resaltó que, gracias a la reducción de los precios de algunos productos del sector primario, y a los precios de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno, en la primera quincena de diciembre la inflación general anual se ubicó en 7.77 por ciento.
A su vez, la inflación subyacente —es decir, el incremento de precios que no están sujetos a decisiones administrativas y de alta volatilidad, por ejemplo, alimentos y bebidas, así como servicios de vivienda— fue de 8.35 por ciento.
Sin embargo, dijo, el organismo espera que tanto la inflación general como la subyacente se incrementaron en diciembre pasado.
Comentó que el tipo de cambio que, ha fluctuado entre los 19.14 y 19.81 pesos por dólar al cierre del año, quedó ligeramente abajo de 19.50 pesos y prevé que se mantenga en estos niveles al inicio del año.
“Estimamos que el tipo de cambio cerrará entre los 20.00 y 20.20 pesos por dólar en 2023”, calculó Foncerrada al dar a conocer las perspectivas económicas de la AmCham Mexico.
Señaló que las finanzas públicas, que mostraron un déficit público de 456 millones de dólares a octubre y que anticipa que incrementará a un valor cercano a los 750 millones de dólares para finales de 2022, llevará a unos requerimientos financieros del sector público, de casi 3.0 por ciento del Producto Interno Bruto.
Además, prevé que la balanza comercial cerró el año pasado en valores negativos, con déficit por un monto aproximado de 32 millones de dólares y con una cuenta corriente deficitaria que superará el 1.0 por ciento del PIB, esto aún con el gran monto de transferencias enviadas por los paisanos en el extranjero conocidas como remesas.