La inflación general en México se ubicó en 7.82 por ciento en diciembre de 2022, su mayor nivel para un cierre de año desde 2000 y con una ligera aceleración respecto al 7.80 por ciento anual en noviembre pasado, pero por debajo del 7.88 por ciento esperado por el mercado.
De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el dato de inflación al cierre del año pasado también resultó superior a la de 7.36 por ciento registrada en 2021, con lo que hila su segundo año por arriba de la meta.
Tan sólo en diciembre de 2022, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un aumento de 0.38 por ciento respecto al mes anterior, también menor al 0.44 por ciento previsto por analistas.
Esta alza mensual obedeció al incremento de precio de chiles serranos, loncherías, fondas, torterías y taquerías, refrescos envasados, jitomate y vivienda.
Esto fue parcialmente contrarrestado por la baja en el gas doméstico LP, gasolina de bajo octanaje, cebolla, pollo y gas doméstico natural.
Así, la inflación general anual se aceleró ligeramente de 7.80 por ciento en noviembre a 7.82 por ciento en diciembre del 2022, su mayor nivel para un cierre de año desde diciembre de 2000, cuando se ubicó en 8.96 por ciento.
Con ello, por segundo año consecutivo la inflación cerró por arriba del nivel máximo del rango objetivo del Banxico, de 3.0 por ciento, más/menos un punto porcentual, y sumó 22 meses fuera de la meta.
Por su parte, la inflación subyacente, que determina la trayectoria de mediano y largo plazo para el índice general, subió 0.65 por ciento en diciembre y a tasa anual pasó de 8.51 por ciento en noviembre a 8.35 por ciento en diciembre, su primera desaceleración tras 24 meses al alza, pero su mayor nivel para un cierre de año desde 1999, cuando se ubicó en 14.41 por ciento.
Al interior del índice subyacente, los precios de las mercancías subieron 0.74 por ciento a tasa mensual y los de servicios, 0.53 por ciento.
El índice de precios no subyacente, que incluye productos con precios más volátiles, retrocedió 0.40 por ciento a tasa mensual y aumentó 6.27 por ciento a tasa anual en diciembre de 2022, desde 5.73 por ciento en noviembre.
A su interior, los precios de los productos agropecuarios crecieron 0.50 por ciento y los de energéticos y tarifas autorizadas por el Gobierno bajaron 1.15 por ciento a tasa mensual.
PREOCUPA ALZA DE MERCANCÍAS ALIMENTARIAS
La perspectiva de la inflación es “todavía sumamente difícil”, sobre todo por los altos incrementos en el precio de las mercancías, consideró el subgobernador del Banco de México (Banxico), Jonathan Heath.
En su cuenta en Twitter, refirió que la inflación general cerró 2022 en 7.82 por ciento, mientras que la tasa subyacente, que determina la trayectoria de mediano y largo plazo del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), disminuyó de 8.51 por ciento en noviembre a 8.35 por ciento en diciembre, por primera vez en 26 meses.
“Buenas noticias en el margen, pero con una perspectiva todavía sumamente difícil”, agregó el integrante de la Junta de Gobierno del banco central.
En especial, preocupa los incrementos en mercancías alimenticias que llegó a 14.14 por ciento, subrayó Heath.
FIN DE CICLO ALCISTA EN TASA DE INTERÉS
El economista en Jefe para América Latina del banco suizo UBS, Rafael De La Fuente, dijo que ve con optimismo los precios de los alimentos procesados, que mostraron su primera mejora a tasa anual desde mayo del 2021 y los precios de la energía siguen presionando a la baja la inflación, impulsados por las caídas de las tarifas del gas doméstico y de los precios de la gasolina.
Así, la institución financiera cree que la inflación ha cambiado y que se deberían de ver mejoras significativas de los precios en los próximos trimestres, para cerrar 2023 en 40 por ciento la general y 4.2 por ciento la subyacente.
Por ello, agregó, UBS contempla una nueva subida de 25 puntos base en la tasa de interés del Banxico para febrero, a 10.75 por ciento. Además, considera que el banco central dejará abiertas todas las opciones de política monetaria, incluida la de un mayor endurecimiento.
“Por último, UBS cree que ésta será la última subida del ciclo y que es probable que se produzca una relajación de la política monetaria, así
como cierto grado de desacoplamiento con la Reserva Federal en el segundo semestre del año”, subrayó.
FGR