La economía mexicana muestra resistencia al difícil entorno internacional y con oportunidades de potenciar el crecimiento a través de inversiones por la relocalización de empresas o nearshoring, destacó el director en México de Fitch Ratings, Carlos Fiorillo Martínez.
“Creo que hay un momento, si bien incierto, con oportunidades importantes para la economía”, resaltó en entrevista con La Razón.
Explicó que el momento es incierto, porque el mundo global está afectado por temas que no escapa nadie, como el choque inflacionario o temas geopolíticos, como los impactos, todavía, de la guerra entre Ucrania y Rusia, de los que difícilmente se pueden aislar cualquiera de las economías emergentes.
“Yo creo que fue un desempeño extraordinario en el año 2022 y creo que si bien hay retos importantes sobre todo por la relación de México con Estados Unidos, pareciera que la economía mexicana muestra algunas resistencias interesantes y con oportunidades tal vez positivas de inversiones, de potenciar el crecimiento sobre alguno de los temas, como el nearshoring”, añadió.
La calificadora internacional estima que México registrará este año un bajo crecimiento ligeramente por encima de 1.0 por ciento, menor al de 2022, pero no muy diferente a lo que ha sido el avance histórico del país; sin embargo, el resultado final para 2023 dependerá del desempeño de Estados Unidos, actualmente estimado en 0.2 por ciento.
“No hay duda que uno de los grandes retos para México será el crecimiento, pero con oportunidades que haya que capturar, inversiones por establecer aquí en sede de operaciones que puedan satisfacer la necesidad del mercado americano, podría ayudar a mitigar esos efectos”, subrayó Fiorillo Martínez.
Si bien no se descarta que México caiga en una posible recesión, arrastrada por Estados Unidos, aclaró que la estimación de Fitch sobre la economía de nuestro país sigue siendo todavía de un crecimiento bajo.
El resultado final para la economía mexicana dependerá mucho de si Estados Unidos llega a una recesión y de qué magnitud, lo cual tampoco es completamente anticipable, porque puede tener una desaceleración importante pero no una recesión de magnitud relevante.
Destacó que el Banco de México (Banxico) ha hecho un trabajo importante para controlar la inflación y si bien sigue enfrentando presiones, es una variable que está relativamente bajo control, por lo que insistió que “el gran reto sigue siendo el crecimiento sostenido no solamente de este año sino hacia adelante”.
Consideró que 2024, como cualquier ciclo electoral, será un año de incertidumbre para México, pero habrá que observar si se da a continuidad a la prudencia macroeconómica que ha prevalecido hasta ahora y si hay un desvío o no ante la cercanía de los comicios presidenciales.
El directivo precisó que un proceso electoral no es un detonador de un cambio en una calificación soberana, como la de México, “nuestras calificaciones cambian porque haya cambios fundamentales como resultado de eso cambio político”.