El diferendo de Estados Unidos hacia México por la publicación del decreto para regular la entrada de maíz transgénico al país, carece de fundamentos comerciales, aseguró la Secretaría de Economía (SE).
En un posicionamiento realizado por la dependencia federal tras una reunión virtual entre Raquel Buenrostro, titular de la SE, y Katherine Tai, representante de la USTR, la secretaria de Economía sostuvo que la motivación real del diferendo es política, tal como lo dio a conocer el secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack.
“El diferendo de Estados Unidos sobre el decreto que regula el maíz transgénico carece de fundamentos comerciales. Su motivación, en realidad, es política. Como lo reconociera públicamente el propio secretario de Agricultura estadounidense, Tom Vilsack, se trata de una cuestión de principios”, sostuvo.
Por ello, la funcionaria mencionó que, si el país vecino quisiera llevar dicho diferendo a un panel en el marco del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), tendrá que demostrar “cuentitativamente”, que el decreto afecta comercialmente a sus importaciones.
Buenrostro precisó que el Decreto no tiene un impacto comercial, ya que México produce mucho más maíz del que requiere para la masa y la tortilla, mientras que el maíz que se importa de Estados Unidos, sea blanco o amarillo, es complementario y se destina a la industria y a la alimentación de animales. Recalcó que incluso en los últimos años ha incrementado el volumen de importaciones norteamericanas de maíz.
Durante la reunión, la secretaria de Economía remarcó que el nuevo Decreto aporta certeza regulatoria. A raíz de su publicación, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha autorizado ocho de los 14 productos biotecnológicos de especial interés para el gobierno de Estados Unidos, mientras que los restantes requieren gestiones adicionales por parte de las empresas.
La posición de México en torno al maíz transgénico, agregó Buenrostro, es compatible con los compromisos suscritos en el T-MEC, destacando que toda restricción sanitaria al comercio tiene que estar basada en evidencia científica, tal como expresamente se señala en el Decreto.
La embajadora Tai y la secretaria Buenrostro acordaron continuar con un diálogo transparente y franco que fortalezca los compromisos en el marco del T-MEC, así como proseguir los trabajos técnicos que permitan fortalecer la certidumbre de los productores y consumidores de México y Estados Unidos.
Al respecto, mencionó que el objetivo central del Decreto es preservar: 1) que la tortilla siga elaborándose con maíz nativo y 2) que México incremente su producción de maíz con semillas nativas, asegurando así la conservación de su biodiversidad, lo cual ya ocurre, es decir, no modifica el estado de cosas.