El punto más alto de la desocupación femenina en México se observó en el tercer trimestre del 2020, el momento más complejo de la pandemia de Covid-19, al alcanzar 4.8 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
No obstante, con la reapertura gradual de las actividades, se ha reducido la desocupación mediante la recuperación de los puestos de trabajo, con lo cual la tasa de desocupación de las mujeres fue de 3.1 por ciento de la PEA, hasta el último dato disponible, nivel menor a lo que se observó previo a la pandemia.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer este 8 de marzo, el Inegi apuntó que, como consecuencia inmediata de la contingencia sanitaria, se presentó una disminución de la PEA femenina; es decir, aumentó el volumen de mujeres que sólo realizó actividades no económicas o que no buscó trabajo.
Indicó que, en el cuarto trimestre del 2019, previo a la pandemia, la PEA femenina era de 45.4 por ciento, retrocedió a 42.5 por ciento en el mismo periodo del 2020, pero se recuperó a 44.7 por ciento para el periodo octubre-diciembre del 2021.
Al cuarto trimestre del 2022, 46 de cada 100 mujeres de 15 años y más, el 46.2 por ciento, fueron económicamente activas (trabajaron o buscaron trabajo). El dato muestra que, para este periodo, los niveles de participación económica fueron superiores a los que las mujeres tenían antes de la pandemia.
En tanto, agregó, al inicio de la pandemia, en el primer trimestre de 2020, la informalidad laboral de las mujeres era de 56.7 por ciento de la población ocupada y disminuyó a 49.6 por ciento al cierre del segundo trimestre de 2020, lo que se tradujo en 3.5 millones de mujeres en esta condición.
Sin embargo, para el cuarto trimestre de 2022, el porcentaje de población femenina ocupada de 15 años o más, que contaba con empleos de carácter informal, ascendió a 56.1 por ciento.
Por su parte, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria A.C. (CIEP) refirió que, en el último trimestre del 2022, de las 52.7 millones de mujeres en edad de trabajar en México, el 46.2 por ciento están empleadas o buscan activamente un empleo, cifra que supera por 0.8 puntos porcentuales los niveles prepandemia; sin embargo, sólo el 43.6 por ciento de ellas cuenta con un empleo formal.
El organismo resaltó que aún existe una brecha de 30 puntos porcentuales respecto a los hombres en el trabajo remunerado.
Además, del 2019 al 2022 el número de mujeres que ganaban hasta un salario mínimo aumentó 60 por ciento; en contraste, la cifra de mujeres que ganaban hasta cinco salarios mínimos disminuyó 51.7 por ciento. Al último trimestre de 2022, sólo 250 mil mujeres ganaron más de 17 mil pesos al mes.
PIB aumentaría 22%
En el marco del Día Internacional de la Mujer a celebrarse este miércoles, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) destacó que, al impulsar a las mujeres en el mercado laboral, el Producto Interno Bruto (PIB) aumentaría 22 por ciento.
Destacó que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, alrededor de 660 mil mujeres generan empleos y contratan colaboradores, lo que significa que son 22 por ciento del total de la población empleadora del país.
Sostuvo que la brecha salarial persiste entre la población empleadora; ellas tienen, en promedio, un ingreso 18 por ciento, menor al de los hombres.
Respecto a la aportación adicional de la mujer a la economía, la Coparmex destacó que “hay muchísimo trabajo y actividades de alto valor que las mujeres realizan por las que no se les reconoce”.
Por su parte, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Francisco Cervantes, aseguró que desde la cúpula empresarial se trabaja para sumar esfuerzos que promuevan la inclusión y desarrollo personal y profesional de las colaboradoras.
El líder del CCE expuso que el papel de la mujer es fundamental en todos los ámbitos de la vida del país, ya que, sin la colaboración equitativa de las mujeres, no sería posible contemplar un desarrollo armónico en la sociedad mexicana, y mucho menos un crecimiento integral de la economía”, destacó Cervantes.
Por su parte, la presidenta de la Comisión de Inclusión y Diversidad del CCE, Laura Tamayo, advirtió que “no hay manera de que sigamos adelante como nación si no incluimos el desarrollo y profesionalismo de las mujeres y ser parte central del crecimiento de nuestro país”.