Durante el cuarto trimestre del 2022, la inversión creció 3.0 por ciento, pero como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) disminuyó de 21.4 por ciento, a 21.1 por ciento respecto al tercer trimestre, a pesar de la relocalización de empresas o nearshoring, de acuerdo con el estudio de México, ¿cómo vamos?
La organización estimó que la inversión tendría que alcanzar 24 por ciento del PIB para que sea un verdadero motor de crecimiento y genere empleos de calidad, por tanto, el semáforo de inversión se encuentra en amarillo.
Señaló que la formación bruta de capital fijo, es decir, inversión, se encontró en un nivel similar al que tenía previo a la pandemia, pero se encuentra rezagada en 8.3 por ciento respecto a su nivel máximo observado en el tercer trimestre de 2015.
En un análisis, apuntó que al interior de la inversión al cuarto trimestre del año pasado, 17.7 por ciento del PIB proviene de la inversión privada, lo que implica un retroceso en comparación con el tercer trimestre previo cuando fue de 18.6 por ciento, agregó.
Respecto a la inversión pública, aunque registró un incremento respecto al trimestre previo (2.9 por ciento del PIB), únicamente 3.5 por ciento del PIB proviene de la inversión pública.
México, ¿cómo vamos? destacó que la inversión privada es el principal motor de formación de capital, por lo que fortalecer la certeza jurídica es fundamental para que ésta no se desincentive.
Desde mediados del 2018 hasta el segundo trimestre del 2021 tanto la inversión pública como privada mostraron tasas anuales negativas, principalmente debido a mayor incertidumbre jurídica y posteriormente a la pandemia, factores que incrementaron la percepción de riesgo en el país.
El colectivo de investigadoras y expertos en economía reconoció que, si bien las comparaciones anuales son útiles, “tras una crisis hay que
ser cautos con éstas”.
