La inflación anual en Estados Unidos se ubicó en 5.0 por ciento en marzo pasado, su menor nivel desde mayo del 2021, con lo que suma nueve meses consecutivos a la baja desde el pico de 9.1 por ciento que registró en junio del año pasado.
El Departamento de Trabajo estadounidense informó que, a tasa mensual, la inflación fue de 0.1 por ciento en marzo, desacelerándose desde 0.4 por ciento en febrero y por debajo de la expectativa del mercado de 0.2 por ciento.
La inflación subyacente, que determina la trayectoria de la inflación general en el mediano y largo plazo, se ubicó en 5.6 por ciento anual, en línea con la expectativa del mercado. Sin embargo, subió desde 5.5 por ciento en febrero, siendo el primer incremento después de cinco meses a la baja.
A tasa mensual, la inflación subyacente se ubicó en 0.4 por ciento, en línea con la expectativa del mercado.
Así, la inflación en Estados Unidos se moderó en marzo, particularmente por el abaratamiento de la gasolina y los alimentos, pero los altos precios de los alquileres están presionando la inflación subyacente, con lo cual se prevé que esa tendencia llevará a la Reserva Federal (Fed) vuelva a subir las tasas de interés por décima vez en su reunión de mayo.
Los funcionarios de la Fed han proyectado que tras un aumento de cuarto de punto el mes entrante —que dejaría la tasa referencial en 5.1 por ciento, su mayor nivel en 16 años— harán una pausa en los incrementos de su tasa clave, pero estas se mantendrán elevadas lo que resta de 2023.
Sin embargo, han advertido que podrían volver a aumentarla si lo consideran necesario para contener la inflación.
DAN