La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos subió en 25 puntos base su tasa de interés, la décima alza consecutiva desde marzo de 2022 y en línea con lo esperado, para situarla en un rango de 5.0 a 5.25 por ciento, su mayor nivel desde 2007.
El banco central estadounidense anticipó una posible pausa después de 14 meses de alzas en la tasa de interés, para dar tiempo a evaluar las consecuencias de las recientes quiebras bancarias, esperar la resolución de un enfrentamiento político sobre el límite de la deuda en ese país y vigilar el curso de la inflación.
Señaló que si bien el sistema bancario está “sano y resiliente”, la turbulencia en el sector podría inhibir los préstamos, el gasto y el crecimiento. Reiteró que el impacto de una reducción de los créditos bancarios “sigue siendo incierto”.
Estudiarán el comportamiento de la economía y la inflación
En su comunicado de política monetaria dice que "para determinar hasta qué punto puede ser apropiado un endurecimiento adicional de la política monetaria", los funcionarios de la Fed estudiarán cómo se comportan la economía, la inflación y los mercados financieros en las próximas semanas y meses.
El nuevo tono no garantiza que la Reserva Federal mantenga las tasas estables en su próxima reunión de junio, y el comunicado señala que "la inflación sigue siendo alta" y el empleo sigue "creciendo a un ritmo robusto".
Señaló que el crecimiento económico sigue siendo modesto, pero "es probable que los últimos acontecimientos se traduzcan en un endurecimiento de las condiciones crediticias para los hogares y las empresas y pesen sobre la actividad económica, la contratación y la inflación".