La economía mexicana creció 0.4 por ciento en abril, según estimaciones preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
“Este es el segundo mejor resultado de los últimos siete meses y mantiene viva la inercia de dinamismo que sorprendió gratamente durante el primer trimestre”, comentó Marcos Arias, analista de Monex.
Sin embargo, el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) revisó a la baja la expectativa de crecimiento de marzo de 0.10 por ciento a menos 0.14 por ciento.
Para ponerlo en contexto, señaló el especialistas, la tasa promedio de crecimiento que se registra en los primeros cuatro meses asciende a 0.27 por ciento, una cifra que si se anualiza equivaldría a un avance de 3.28 por ciento en todo el año.
“Por lo pronto, la economía ha tenido su tercer mejor arranque de los últimos 10 años y ahora el piso de crecimiento para 2023 se ubica cerca de 2 por ciento, pero si se logra sortear el declive anticipado para el segundo semestre, las probabilidades de tener un mejor resultado que el de 2022 (3.1 por ciento) serán elevadas”, expuso el especialista.
En México, la mejora en las condiciones parece estar conectada a la dinámica externa sobre todo en abril, pues el consumo privado ha venido desacelerándose, señaló Monex en un análisis.
Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base, señaló que asumiendo un crecimiento mensual de 0 por ciento en mayo y junio, el IOAE de abril implicaría un crecimiento trimestral del PIB cercano a 0.4 por ciento en el segundo trimestre y un crecimiento anual cercano a 2.9 por ciento.
Dejó en claro que el supuesto de crecimiento de 0 por ciento en mayo y junio no es un pronóstico y se trata de un ejercicio para observar la relevancia del crecimiento de abril.