Tal como lo anticipaban analistas, además de afectaciones en las remesas y las exportaciones de mercancías, el peso fortachón tiró los ingresos petroleros que recibe México por la venta de crudo, lo cual se reflejó en menores recursos para los gobiernos estatales.
En los primeros cinco meses del año, la renta petrolera que percibe el Gobierno federal y Pemex disminuyó 24.2 por ciento en comparación con el mismo periodo del 2022.
Se trata de la quinta caída más grande (para un periodo similar) desde que hay datos disponibles (1991) en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
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Los recursos ascendieron a 401 mil 809 millones de pesos, lo que implica que quedaron debajo de lo estimado en casi 203 mil millones.
El mayor impacto se observó en abril, donde los recursos del erario en este rubro se desplomaron 53.3 por ciento.
Ante este panorama, los ingresos netos del sector público (Gobierno y empresas productivas del Estado) cayeron 0.4 por ciento de enero a mayo a tasa anual. Además, quedaron por debajo de lo programado en casi 157 mil millones de pesos.
“Esta reducción se debe, principalmente, a la caída de los ingresos petroleros, que se relaciona con la apreciación del tipo de cambio más que con la disminución del precio internacional del petróleo”, explicó Hacienda en el Informe de Finanzas y Deuda Pública de mayo.
Tal como lo anticipó Jorge Cano, investigador del Programa de Gasto Público en México Evalúa, a La Razón, la apreciación de la moneda nacional tiene un efecto positivo y otro negativo en las finanzas públicas. El primero implica un menor costo del servicio de la deuda externa; el segundo considera menos ingresos por las ventas externas del petróleo.
Según las estimaciones de sensibilidad de ingresos y egresos de la Secretaría de Hacienda, dijo el especialista, el efecto de la disminución de las ventas de crudo es siete veces superior a lo que se gana por el menor costo financiero.
“Es decir, lo que se deje de recaudar por renta petrolera va a ser siete veces mayor a lo que se ahorre por un menor costo financiero. Con ello, las finanzas públicas salen perdiendo”, señaló.
Debido a la contracción de los ingresos petroleros, las participaciones a las entidades federativas mostraron una disminución de 4.9 por ciento en términos reales (considerando inflación) de enero a mayo. Esta situación resultó en una reducción de 1.2 por ciento en el gasto federalizado en comparación con el mismo periodo del año anterior.
En el primer semestre del año, el peso mexicano se apreció 12.26 por ciento, con un tipo de cambio que pasó de 19.5089 a 17.1156 pesos por dólar, es decir, 2.39 pesos de diferencia.
Más intereses
El costo financiero de la deuda del sector público se mantiene al alza en medio de tasas de interés más elevadas. A mayo ascendió a 354 mil 788 millones de pesos, 49.4 por ciento más que un año atrás.
Sin embargo registra una menor brecha con respecto a lo estimado, con un monto por arriba de lo previsto de tres mil 21 millones de pesos.
Subejercicio. Hacienda informó que el gasto neto del sector público aumentó 24.2 por ciento considerando sólo mayo, con lo cual de manera acumulada (cinco meses) registró un alza de 2.5 por ciento. Sin embargo, pese a este incremento, se observa un subejercicio con respecto a lo esperado de 246 mil 376 millones de pesos.
