México fue el segundo receptor de Inversión Extranjera Directa (IED) en América Latina y el Caribe en 2022 con una participación de 17 por ciento del total, sólo superado por Brasil con 41 por ciento, beneficiado por su ubicación geográfica y el nearshoring, pero también por un adecuado clima de inversión, tendencia que continuará durante este año, destacó la Cepal.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe refirió que, durante el año pasado, México recibió 38 mil 932 millones de dólares en IED, con un incremento de 16.3 por ciento en comparación con los flujos captados en 2021 y su tercer año consecutivo de incremento en las entradas.
El secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar Xirinachs, expuso que las razones que explican el comportamiento de la inversión en México son varias, entre ellas, su ubicación geográfica, ya que está a la par de Estados Unidos, uno de los mercados más grandes y dinámicos del mundo, en donde participa fuertemente.
Además, porque México es uno de los países que se más se beneficia de los cambios geopolíticos globales y en la reconfiguración de las cadenas de valor, como en el llamado nearshoring, “el cambio en las condiciones mundiales beneficia a México, igual que a varios países de Centroamérica”.
Durante la presentación del informe anual “La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2023”, resaltó que esto no sucedería si México no tuviera el clima de inversión y condiciones adecuadas, lo que incluye oferta de mano de obra calificado y la existencia del acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, el T-MEC.
A esto, dijo, hay que agregar que el efecto de que ya México es un país altamente industrializado, tiene clústeres aeroespaciales, automotriz, de software y de dispositivos médicos, “hay una serie de círculos virtuosos de crecimiento cuando ya se tiene competitividad, se tiene masa crítica, recursos humanos, logística de transporte para exportación y producción, así como interlocución con una serie de instituciones adecuadas”.
Respecto al comportamiento de la IED en México en este año, el secretario ejecutivo de la Cepal subrayó que hay fuertes indicios y evidencia de que se va a profundizar la tendencia hacia el nearshoring por las condiciones geopolítica y reconfiguración de cadenas de valor.
“Entonces, uno esperaría que esta tendencia que ya se detecta en 2022 se profundice en el 2023”, añadió al referir en el primer trimestre de este año, la IED alcanzó 18 mil 600 millones de dólares en México, que, si se quitan los flujos extraordinarios del año pasado, entonces muestran un crecimiento de 17 por ciento.
“De manera que, al menos al juzgar por los datos del primer trimestre, parece que la tendencia puede continuar”, añadió Salazar Xirinachs en conferencia de prensa desde Santiago, Chile, sede de organismo económico regional de Naciones Unidas.
Informó que en 2022 ingresaron a América Latina y el Caribe 224 mil 579 millones de dólares de IED, cifra 55.2 por ciento superior a la registrada en 2021 y el máximo valor desde que se lleva registro.
Señaló que este resultado se explicaría principalmente por el aumento de la IED en algunos países, en particular en Brasil; por el crecimiento de todos los componentes de la inversión especialmente la reinversión de utilidades; y por el alza de estos flujos en el sector de servicios.
Esta dinámica es congruente con la recuperación pospandemia y no es claro si se mantendrá en niveles similares en 2023, precisó.
FGR
