El menor dinamismo económico que registró China y Brasil revivió los temores de una recesión o una desaceleración mayor a la prevista durante los próximos meses.
El Producto Interno Bruto (PIB) del país asiático durante el segundo trimestre del año creció 6.3 por ciento, debajo de la expectativa del mercado (7.1 por ciento).
En términos trimestrales, avanzó 0.8 por ciento, “muy por debajo” del crecimiento de 2.2 por ciento en el primer trimestre del año y del promedio de 1.6 por ciento observado del 2015 al 2019, comentó Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base.
“Los datos económicos de China aumentan el riesgo de recesión para la economía mundial”, dijo la especialista, quien recordó que es el principal consumidor de materias primas del mundo, lo que aumenta los riesgos de una menor demanda.
Al respecto, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, dijo que su país está progresando adecuadamente en la desaceleración de la inflación y no espera que la economía entre en recesión.
Sin embargo, en declaraciones efectuadas a Bloomberg TV desde India, durante una reunión de funcionarios de finanzas del Grupo de los 20, Yellen dijo que un crecimiento más lento en China podría extenderse a otras economías”. “Para Estados Unidos, el crecimiento se ha desacelerado, pero nuestro mercado laboral sigue siendo bastante fuerte. No espero una recesión”, expuso.
Ayer, los mercados accionarios cerraron mixtos, mientras que el petróleo, el WTI, cayó 1.79 por ciento por los temores en torno a China.
A ello se sumó el anuncio de una caída mensual de 2 por ciento durante mayo en Brasil, cuando los especialistas esperaban un crecimiento nulo.