Los trabajadores no abandonan sus cuentas de ahorro para el retiro, el problema de fondo es que existe un total desconocimiento sobre las Afores, consideran autoridades laborales y expertos litigantes.
Coinciden en que la principal razón es la falta de difusión por parte del propio Gobierno y la “irresponsabilidad” de las empresas de informar a sus empleados sobre la existencia de ese ahorro.
Lo anterior, luego de que la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) y la Asociación Mexicana de Afores (Amafore) dieran a conocer que existen 18 millones de cuentas “abandonadas”, con recursos por 200 mil millones de pesos.
En entrevista con La Razón, la titular de la Procuraduría Federal en Defensa del Trabajo (Profedet), Selene Cruz Alcalá, comenta que el tema es de tal relevancia que, del bagaje total de juicios en la institución, 45 por ciento está relacionado con las Afores.
De ese porcentaje, hasta 90 por ciento es por ausencia de beneficiarios de la cuenta, porque el trabajador fallecido desconocía que contaba con una.
“Los asuntos que más tenemos en la Procuraduría son, precisamente, los relacionados con Afores, por total desconocimiento”, indica.
Si un trabajador muere, muchas veces, sus familiares desconocen si tienen derecho a recibir o no una pensión.
“Si el trabajador no tenía derecho, la idea es que se pueda recuperar todo el ahorro que hizo en su cuenta de Afore”, afirma la titular de la Profedet.
No obstante, señala que, justo en ese punto, es cuando surgen los problemas, toda vez que se tiene que llevar a cabo un juicio para que se designe a un beneficiario de esas aportaciones y la Afore pague los recursos.
“La mayoría de las personas no saben qué es una Afore y mucho menos que tienen un ahorro. Ésa es la razón principal, hay un total desconocimiento y, un segundo problema, es que la gente desconoce si es beneficiario en una Afore, de una persona ya fallecida”, expresa.
Por eso, la funcionaria destaca la importancia de que las personas investiguen si tienen una Afore y, de ser necesario, designen a sus beneficiarios.
En caso de que haya derecho pensión, los únicos que podrán recibirla, en lugar del familiar que murió, es el cónyuge o los hijos; si no se cuenta con ese derecho, los beneficiarios pueden acceder al ahorro acumulado.
“Siempre es muy importante designar a los beneficiarios, porque, en el caso de muerte, ya hay una voluntad expresa, es un testamento laboral para cobrar esos recursos”.
La titular de la Profedet expone que los juicios relacionados con las Afores se incrementaron luego de la pandemia en alrededor de cinco por ciento, “pero en realidad siempre ha sido nuestro bagaje más fuerte de juicios la designación de beneficiarios en Afores”.
La funcionaria detalla que alrededor de 70 por ciento los juicios se resuelven de manera favorable a los familiares del trabajador, pero manifiesta que es importante visualizar qué pasa con el restante 30 por ciento: “No necesariamente se cobran estos recursos. Es importante que se cobre, es el ahorro de los trabajadores durante toda su vida laboral”.
La Ley del IMSS indica que después del cónyuge o hijos, si un familiar demuestra dependencia económica, puede cobrar el recurso; de lo contrario, si en 10 años no se reclama, se puede transferir al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
No obstante, deja en claro que los trabajadores lo pueden reclamar en cualquier momento y el IMSS debe regresarlo a través de un trámite administrativo.
“Pero aquí regresamos al problema: si la familia no sabe que es beneficiaria o que podría serlo, es muy difícil que ese dinero se cobre; si lo reclama el IMSS sirve para financiar pensiones de las demás personas”, añade.
Tema IMSS
En entrevista por separado, el socio de Hernández Reyes y Asociados, Joel Hernández Reyes, indicó que, jurídicamente, el IMSS está en su derecho de solicitar el recurso de una cuenta de Afore “abandonada” después de 10 años.
“Se tiene que volver de utilidad pública, porque si se queda en la cuenta individual, el titular tiene derecho a exigir pago de intereses por parte de la Afore; para evitarlo, el IMSS lo absorbe”, explica el especialista.
Sin embargo, indica que desde el punto de vista moral, “esto es un total abuso del IMSS, porque parte de ese dinero lo generó el trabajador, y a alguien se le tiene que entregar. En su mayoría, el trabajador no abandona su Afore, ignora que la tiene”.
De acuerdo con su experiencia, Joel Hernández estima que hasta 90 por ciento de los trabajadores, en particular los de estrato social bajo, desconoce lo que es una Afore y que cuentan con un ahorro propio, lo cual es un verdadero problema para el sistema.