Lo difundido por diversos medios sobre un derrame de gran magnitud por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex), no es tal, pues la fuga fue mínima y ya fue reparada, por lo que las imágenes difundidas posteriormente se tratan de la emanación de chapopoteras naturales, aseveró Octavio Romero Oropeza, director general de la empresa.
El directivo aclaró que las chapopoteras son fenómenos naturales que se formaron hace millones de años, y que la mayor de ellas se ubica en el campo Cantarell desde hace miles o millones de años, las cuales emanan casi todo el año, y se estima que éstas emiten 387 barriles por día. Las chapopoteras representan 46% de la aportación de hidrocarburos a los océanos, lejos de la actividad humana, es decir, de manera natural.
“Esta aclaración es importante porque no está bien, desinformar”, aseveró el directivo e insistió que se pueden tener diferentes puntos de vista y posiciones ideológicas, pero no se vale desinformar.
Detalló que las emanaciones de chapopoteras no es crudo pesado, y se llama iridiscencias, porque la capa es muy delgada, aunque también comentó que, si bien es cierto que las emanaciones naturales como Cantarell aportan grandes cantidades de aceite y gas al mar, eso no significa que por muy pequeño que sea un evento, Petróleos Mexicanos no deba atenderlo.
El directivo comentó que para dimensionar el tamaño de la desproporción y distorsión de la información difundida, hay que recordar el desastre ambiental del barco Exxon Valdez ocurrido en marzo de 1989 en las Costas de Alaska donde se vertieron al mar alrededor de 250 mil barriles de Petróleo. Explicó que si se considera el área de 467 km2 que se manejó en algunos medios, y asumiendo un grosor uniforme de la capa de aceite de 1mm sobre la superficie del mar, “Pemex tendría que haber derramado 3 millones de barriles. Si esto fuera cierto, implicaría que el evento ocurrido en Balam-TA sería 12 veces más catastrófico que lo ocurrido en el Barco Exxon Valdez”, destacó.
Sobre la fuga en Ek Balam, Romero Oropeza indicó que desde abril de 2022 inició la construcción de la nueva red de ductos del campo, misma que se concluirá el 15 de agosto del 2023. Derivado de ese mantenimiento, explicó que se presentó una fuga de hidrocarburos, la cual tuvo un tamaño de 7 centímetros, y fue detectada el 3 de julio, mientras que el 5 de julio se realizó la notificación a la SEA y a la Semar, y fue el 7 de julio cuando se suspendieron las actividades de reparación para atender.
En este sentido, comentó que la realidad es que el área erosionada del ducto por el cual se fugó hidrocarburo (7 cm de largo x 1 m de ancho) de acuerdo con cálculos de nuestros especialistas y considerando el ducto operando a plenitud, solo se podrían haber derramado un volumen acumulado máximo de mil 368 barriles por los 18 días; es decir, 76 barriles por día.
JVR