El gasto de regreso a clases se encarecerá 30 por ciento este año, debido a los mayores costos de producción y distribución de los productos escolares, aseguró la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
El desembolso total será, en promedio, de siete mil 200 pesos, 30 por ciento más que lo observado un año antes, dijo Cuauhtémoc Rivera, su presidente.
Detalló que la lista de útiles escolares costará al menos mil 600 pesos; los zapatos y tenis, mil 200 pesos; los uniformes, mil 900 pesos y la mochila, 500 pesos, dando un gasto total mínimo de cinco mil 200 pesos. Esto sin contar las cuotas escolares, ahora llamadas aportaciones voluntarias, y los gastos agregados por cada escuela que llegan a implicar mínimamente dos mil más.
“Todos estos gastos sumados dan un total por alumno de siete mil 200 pesos, cifra nada menor para la economía familiar, que obliga a muchos a endeudarse, empeñar bienes y asumir compromisos que, difícilmente, podrán pagar y traerá mayores dificultades a su situación económica actual”, expuso el líder de los pequeños comerciantes.
De ahí, acotó, la relevancia de que la Secretaría de Educación Pública informe a los padres de familia que no se vean presionados por comprar toda la lista de útiles, pues no tienen que llevar todo lo que se les pide en el primer día de clases.
Compran pirata
Ante ello, expuso, muchos tutores, a causa de insolvencia y la creciente necesidad, terminarán comprando útiles, uniformes, zapatos y mochilas pirata y de contrabando, ya que la diferencia en el precio es “abismal”, 75 por ciento más baratos.
“Pero, como todos lo sabemos, son de mala calidad y de corta durabilidad, muy rápidamente se tendrán que volver a comprar las cosas, cumpliéndose el adagio de que lo barato siempre termina saliendo más caro”, comentó Rivera.
La inflación no ha perdonado la producción y distribución de útiles escolares. Por si esto fuera poco, existe la tendencia de endosar a los padres de familia el costo de la limpieza y mantenimiento de las escuelas, pese a que lo pidan como aportaciones voluntarias (cuotas escolares), que poco tienen de voluntarias y en los hechos mantienen a cabalidad su condición obligatoria, señaló la Anpec.
“Al regreso a la educación presencial, en el ciclo escolar 2021-2022, pasamos a la modalidad híbrida, entre lo presencial y lo virtual, periodo de adaptación para que las familias reorganizaran su cotidianidad y sus gastos, ya que en pandemia no hubo gastos por útiles, uniformes, cuotas, zapatos, mochilas, transporte, etcétera. Al tomar las clases desde casa, no se requerían”, contó Rivera.
“El cambio a la presencialidad se dio a partir del ciclo escolar 2022-2023, que hoy concluye. Los gastos escolares que las familias erogaron para este ciclo fueron difíciles de solventar, porque aún los ingresos del hogar no se han recuperado del todo y la gente sigue batallando para adquirir la canasta básica de alimentos y contar con los gastos de salud, vestido y transporte. Cualquier gasto extraordinario, como es el caso de los del regreso a clases, los saca de balance y hacen perder su equilibrio financiero”, añadió.
Un total de 29 millones de alumnos de educación básica, media y media superior asistirán a las aulas en este próximo periodo, atendidos por más de dos millones de maestros en los 260 mil centros escolares de educación pública y privada del país.
Esto resulta relevante ya que, en pandemia, la educación se llevó desde casa a través de plataformas de internet y televisión, lo que provocó la deserción escolar de más de 5 millones de estudiantes del país.
FGR