Cifras del Inegi

Micronegocios, salvavidas para casi 500 mil en un año

Un 41% de la población ocupada, en tienditas, papelerías, puestos de comida...; se eleva cifra por falta de oportunidades y para enfrentar inflación

Se emplean casi 500 mil mexicanos en changarros. Foto: Especial

Casi medio millón de mexicanos se empleó durante el último año en micronegocios como tienditas, panaderías, papelerías, carnicerías y fondas, ante la falta de mejores oportunidades de trabajo y, en otros casos, con el objetivo de generar más recursos para enfrentar los mayores niveles de inflación.

En junio del año pasado, 23.57 millones de personas laboraban bajo este esquema. Un año después, la cifra aumentó a 24.03 millones, es decir, 41 por ciento de la población ocupada o com empleo, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Es decir, en los últimos 12 meses, la cifra se incrementó en 458 mil 824 personas. Si consideramos que la población ocupada aumentó en 1.25 millones en el periodo, esto implica que 37 de cada 100 personas que se sumó al mercado laboral lo hizo en lo que muchos llaman changarros, los cuales, en su mayoría, operan en la informalidad.

“Factores como las altas tasas de impuestos, la carga de seguridad social y los sueldos bajos, son los principales indicadores que enfrenta la informalidad laboral en el país”, según un estudio de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH).

El micronegocio se define como un establecimiento con fines productivos conformado por no más de 10 personas, según el Inegi.

Adriana es contadora. Hace dos años tuvo a su primer hijo, por lo cual decidió trabajar por su cuenta, asesorando en trámites tributarios. Sin embargo, lo que ganaba era insuficiente para solventar sus gastos. Por ello, decidió abrir una papelería, la cual atiende junto con su esposo.

Gráfico

“Para mí fue una forma de tener recursos extra, sin descuidar a mi niña. No es una gran fuente de ingresos, pero me da una gotita más de recursos y me deja realizar mis cosas personales”, expuso.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 57.6 por ciento de las personas que trabajan en un establecimiento de este tipo es hombre.

Armando es uno de ellos. Hasta hace ocho meses trabajaba en una fábrica de ropa. Sin embargo, considera que era mucha “friega” para lo que ganaba.

Por ello, decidió poner un puesto de carnitas afuera de su casa. Asegura que le va mejor y “hasta descanso dos días a la semana, antes eso era imposible”.

Armando, también, es uno de los 13 millones de trabajadores (55 por ciento del total) que tiene un negocio sin establecimiento. Norma es otra persona que participa dentro de ese segmento. De lunes a viernes trabaja como asistente doméstica y los fines de semana vende cerveza y dulces en su casa.

“Todo está muy caro y ya es un lujo tener sólo un empleo. Mi esposo es albañil y a veces tiene chamba, otras no, así es que debo apoyar al gasto de los niños”, comentó.

“La falta de oportunidades laborales, bajos salarios, pocas prestaciones y un largo etcétera llevan a mucha gente a poner su propio negocio”, comentó Héctor Magaña, catedrático del Tec de Monterrey, quien añadió que detrás de esta decisión también hay temas personales, como horarios de trabajo extenuantes, largas distancias y la permanencia en una oficina o lugares cerrados, lo cual a muchos no les gusta.

Mayoría considera cambiar de trabajo

A consecuencia de la pandemia de Covid-19, el mercado laboral sufrió modificaciones importantes. En particular hay dos fenómenos que van en ascenso: la “gran renuncia” y la “renuncia silenciosa” o quiet quitting, dice OCCMundial, una de las bolsas de trabajo más importantes del sector.

Ambos, dijo, implican la acción de abandonar puestos de trabajo, ya sea de manera individual o colectiva, aunque se distinguen por la escala y visibilidad de sus impactos.

La “gran renuncia” abarca movimientos públicos y coordinados con el objetivo de generar transformaciones radicales, mientras que la “renuncia silenciosa” es más discreta, sin hacer públicas las razones detrás de ésta.

Bajo este entorno, 67 por ciento de los mexicanos ha considerado cambiar de trabajo, según una encuesta que realizó.

Al ser cuestionados sobre cuál consideran que es el factor que lleva a que cambien constantemente de empleo, 41 por ciento de los entrevistados dijo que la insatisfacción laboral es el principal detonante detrás de los cambios frecuentes; 35 por ciento consideró que los salarios son el factor determinante; 22 por ciento comentó que la búsqueda de crecimiento y desarrollo pueden llevar a las personas a analizar otras alternativas y 2 por ciento señaló que un ambiente laboral tóxico, los malos líderes y las diferencias políticas son factores que motivan dejar un empleo.