Analistas, calificadoras y el sector empresarial manifestaron su preocupación por el mayor déficit presupuestal en que incurrirá el Gobierno federal para financiar un gasto de 9 billones de pesos en 2024, el cual implicará un aumento en la deuda y su costo financiero, así como la elaboración de una reforma fiscal en la siguiente administración.
La Secretaría de Hacienda propuso un déficit fiscal (gastos mayores que ingresos) de 4.9 por ciento del PIB, el más alto de los últimos 36 años, señaló Marcos Daniel Arias, analista de Monex.
“El Paquete Económico 2024 rompe con la lógica que se había planteado a lo largo de los últimos cinco años (…) refleja, en buena medida, el incremento en el gasto social, financiero y en las secretarías de Estado que están involucradas en la construcción de los proyectos prioritarios de esta administración”, expuso. Al respecto, Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base, añadió: “Esto es algo muy negativo y representa un riesgo en la calificación crediticia de México”.
Para Citibanamex, lo propuesto por Hacienda representa el fin de la austeridad, mientras que para el Consejo Coordinador Empresarial no es un planteamiento austero.
El Gobierno también propuso que el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, el llamado endeudamiento ampliado, pase de 46.5 a 48.8 por ciento del PIB, es decir, de 14.86 a 16.79 billones de pesos del 2023 a 2024. Además, el costo financiero de la deuda será de 1.26 billones de pesos, es decir, 14 por ciento de todo el gasto.
“El déficit público previsto por la SHCP para 2024 resulta preocupante y sorprendente, en un contexto en el que la propia dependencia gubernamental estima que la economía crecerá por encima de su potencial”, expuso BBVA.
Al respecto, el analista soberano para México de Moody’s, Renzo Merino, comentó que si bien el endeudamiento estaría alineado con lo permitido por la regla fiscal, el presupuesto del próximo año implica un cambio manifiesto en la conducción de la política fiscal con respecto a lo observado a la fecha, ya que los déficits fiscales alcanzaron niveles promedio de sólo 3 por ciento del PIB aun durante los años de la pandemia.
Por su parte, la Concamin también expresó su preocupación: “La decisión de ampliar significativamente el déficit rompe con el enfoque fiscal prudente adoptado por la administración del Presidente López Obrador desde que asumió el poder”, expuso.
Al respecto, en su cuenta de X, Rodrigo Mariscal, titular de la Unidad de Planeación Económica de Hacienda, dijo que “no hay una bomba de tiempo”. “En 2025, cuando los proyectos de infraestructura terminen, aunado al espacio que dará el crecimiento nominal del PIB, el déficit volverá a una senda normal”, dijo.
Dado este contexto, la próxima administración enfrentará retos mayores en el ámbito fiscal, incluyendo considerar una amplia reforma tributaria para recuperar el espacio fiscal perdido, dijo el analista de Moody’s.
“Sería aún más deseable que esta reforma fuera de gran calado, buscara reducir la informalidad y contemplara una mayor eficiencia en la ejecución del gasto público”, añadió BBVA.