Las altas temperaturas que se registran en el país representan un potencial impacto negativo en la producción de frutas y verduras, lo cual repercute en el precio que paga el consumidor por ellas, señaló el Banco de México (Banxico).
“Estos choques transitorios también afectaron a otros sectores. Por ejemplo, la onda de calor de junio del 2023, con presencia en casi todas las entidades del país, limitó la afluencia en restaurantes. En contraste, favoreció la demanda de agua, bebidas y equipos de refrigeración”, señaló.
El instituto central realizó el análisis de tres ondas de calor: agosto del 2019, julio del 2020 y agosto del 2022. El mayor impacto se observó en septiembre del 2022, un mes después del impacto metereológico.
“Esta mayor temperatura se estima que podría haber incrementado el índice de precios nacional de frutas y verduras en 0.43 por ciento en el periodo”. Los efectos estimados para septiembre del 2019 y agosto del 2020, un mes después de que se registrara la onda de calor, fueron 0.25 y 0.21 por ciento, en cada caso.
Las regiones centro-norte y sur aportan 74 por ciento de la oferta que analizó Banxico en el estudio.