Las crecientes necesidades de gasto y la ausencia de una reforma tributaria propiciaron mayores niveles de deuda para financiar el presupuesto a lo largo de la actual administración, lo cual reduce el espacio fiscal para hacer política pública.
En el Paquete Económico 2024, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) propuso que 19.2 pesos de cada 100 pesos a erogar provengan de endeudamiento, un nivel que creció de manera paulatina en esta administración. En 2019, cuando arrancó el actual sexenio, apenas 9.2 por ciento del gasto se financió con deuda.
En 2020, la cifra subió a 9.6 por ciento; en 2021, a 12 por ciento; en 2022, a 12.9 por ciento y para este año se aprobó una participación de 14.2 por ciento.
“El ciclo político parece estar teniendo influencia en la determinación del presupuesto 2024, pues se trata de un año electoral, en el que 19.2 pesos de cada 100 provendrán de financiamiento”, señaló Alejandra Macías, directora ejecutiva del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Esta situación, dijo la especialista, reduce el espacio fiscal para hacer política pública de 2 por ciento a 0.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) entre 2023 y 2024, 57 por ciento menos.
Lo anterior, considerando que los ingresos públicos representarán 21.3 por ciento del PIB y los gastos ineludibles u obligatorios 20.4 por ciento del PIB.
“El espacio fiscal se ha reducido desde 2021, por lo que cada año hay menos recursos disponibles para atender las necesidades de la población”, señaló el CIEP en el reporte “Implicaciones del Paquete Económico 2024”.
Para el próximo año, el gobierno federal plantea un déficit fiscal (ingresos menos gastos) de 5.4 por ciento del PIB, el mayor en 36 años, el cual ha generado preocupación entre analistas, calificadoras y la iniciativa privada.
Esto va a propiciar que el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), conocido como la deuda ampliada del país, pase de 46.5 a 48.8 por ciento del PIB entre 2023 y 2024.
“El actual gobierno terminaría con un nivel de deuda 3.5 puntos porcentuales por encima del cierre de 45.3 por ciento de la administración anterior”, destacó el equipo de análisis de HR Ratings. Además, añadió, el próximo Presidente iniciará con importantes limitaciones en materia fiscal.
Al respecto, Marcos Daniel Arias, analista de Grupo Financiero Monex, expuso que el incremento planeado para el gasto de 7.8 por ciento anual en 2024 es una “señal de alerta”, sobre todo a la luz de las estimaciones de aumentos más modestos para la economía y los ingresos presupuestarios.
El ciclo político parece estar teniendo influencia en la determinación del presupuesto 2024, pues se trata de un año electoral, en el que 19.2 pesos de cada 100 provendrán de financiamientoAlejandra Macías, Directora ejecutiva del CIEP
Posponer ya no es opción
Ante este escenario, fiscalistas consideran que la próxima administración deberá considerar una reforma fiscal para enderezar el camino: “Ya no será opción, será algo necesario para no subir más la deuda”, dijo Juvenal Lobato, fiscalista de la UNAM.
De acuerdo con Mariana Campos, directora general de México Evalúa, la recaudación de ingresos públicos en esta administración apenas crecerá 6.5 por ciento, una cifra que se compara de manera desfavorable con los tres sexenios anteriores, en los cuales se registró un incremento de 21.3 por ciento, en promedio.
Esto se refleja en la baja recaudación de México entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En promedio, las naciones que forman parte del organismo captan 34.1 por ciento del PIB.
La recaudación del país fue de 16.7 por ciento del PIB en 2021 (última cifra disponible), una de las más bajas. En América Latina destacan casos como Perú, con 17.9 por ciento del PIB; Ecuador (19.4 por ciento), Colombia (19.5 por ciento), Honduras (21.1 por ciento), Chile (22.2 por ciento) y Brasil (33.5 por ciento).
Ante la previsible fragilidad en las finanzas públicas por las presiones derivadas de los programas sociales, el apoyo a Pemex, el deterioro de la infraestructura debido a la falta de mantenimiento, el costo financiero de la deuda y el pago de pensiones, será necesario que el siguiente gobierno implemente una reforma fiscal que aumente los ingresos tributarios, consideró BBVA México en un análisis.
“Sería deseable que fuera de gran calado, buscara reducir la informalidad y contemplara mayor eficiencia en la ejecución del gasto público”, dijo.
Para el CIEP, existen al menos cuatro rubros del gasto que deben ser revisados de manera urgente para, por un lado, ampliar espacio fiscal y, por otro, financiar dos políticas que impactan en el bienestar de las personas. Para ampliar el espacio fiscal se deben revisar reformas en pensiones y Pemex. Para generar políticas que reduzcan la pobreza y la desigualdad en el país, se debe financiar correctamente al sector salud y dotar de recursos suficientes a todo el sistema de cuidados.