Cobro de piso, robos y fraudes son algunos delitos con los que el crimen organizado asedia al sector turístico nacional, con pérdidas incalculables que, de acuerdo con expertos, pueden ser muy elevadas debido a que en el 98 por ciento de los casos no se denuncian los ilícitos.
Jorge Peñúñuri, presidente de la Comisión Nacional de Seguridad y Justicia de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), expuso que, de los 36 mil socios en el país, el 23 por ciento ha sufrido robo de mercancía; el 16 por ciento, robo de vehículos de la empresa, y el 14 por ciento resiente el cobro de piso.
Señaló que el sector del turismo se ha visto cada vez más afectado por la inseguridad, aunque reconoció que, a pesar de las alertas que hay en los países con sus ciudadanos que visitan México, en el primer semestre del 2023 llegaron 11 millones 250 mil turistas vía aérea, que representan 7.1 por ciento de aumento en comparación con el año anterior en el mismo periodo.
Sin embargo, apuntó que “eso no significa que se sientan seguros al llegar a sus sitios de destino y, por supuesto, muchos negocios han tenido que cerrar a causa del aumento de la inseguridad”.
El empresario reconoció que “hay una cifra negra de delitos que no se denuncian en 98 por ciento”.
Al referirse a las pérdidas que la inseguridad puede ocasionarle al sector, Guadalupe de la Vega, integrante de Coparmex en Tijuana, Baja California, dijo que se pierde una gran cantidad de dinero cada año, pues existen muchos negocios asociados al turismo, como transporte y mercancías. “Muchísimo dinero, pero no me atrevo a darle una cantidad exacta; es muy costoso para las empresas operar con las condiciones que estamos operando (sic). Robo de camiones, de mercancías, de materiales de construcción, etcétera”, dijo.
Para el investigador de la Universidad Iberoamericana Gerardo Herrera Villanueva, uno de los principales negocios del crimen organizado en los destinos turísticos es el cobro de piso, con costos que van de 100 mil pesos y que pueden alcanzar incluso millones, dependiendo del giro del negocio.
Consultado al respecto, Ian Poot Franco, presidente de Expertos en Turismo —una comunidad digital integrada por empresarios, directivos, académicos y líderes de la industria turística—, aseguró que es difícil tener una cifra de pérdidas, debido a que en muchas ocasiones los empresarios extorsionados son restaurantes o giros menores y por ello no hacen denuncias, sino que sólo pagan la extorsión o cierran sus negocios. “Es una cifra negra lo que hemos visto”, coincidió.
Otro de los ilícitos que golpean al sector turístico es el fraude, en el que, por ejemplo, hay agencias de viajes “fantasma” que venden recorridos a buenos costos sin cumplir lo que prometen.
Teresa Andrade adquirió, junto a su familia, un paquete para seis personas de la Ciudad de México a Cancún por 42 mil pesos, pero su sorpresa fue mayúscula al llegar al destino y darse cuenta que, simplemente, lo que le ofrecieron no existía. “Era un paquete padrísimo que costaba siete mil pesos por persona. Al llegar, no existía nada de lo que se había comprado. El paquete incluía hotel de cinco estrellas, traslados a las playas, paseo en yate a Isla Mujeres, pero fue todo falso, porque no había ni siquiera dónde quedarse”, lamentó.