La intención de compra para El Buen Fin 2023 registra una “pequeña desaceleración” respecto a años anteriores, por factores como la desconfianza en las promociones que ponen las tiendas comerciales, la situación económica del país, la persistente inflación y la incertidumbre en los ingresos de los consumidores.
“Hay una pequeña desaceleración de la velocidad de crecimiento de intención de compra en El Buen Fin. Vemos que hay incertidumbre de ingresos en algunos de nuestros consumidores”, dijo la directora de Investigación de Mercado de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), Daniela Orozco.
Sin embargo, dejó en claro que no es el principal motivo para no adquirir algo durante el evento, “ha sido muchas veces la desconfianza en las promociones”.
El 45 por ciento de los entrevistados no confía en las promociones que se establecen en el llamado fin de semana más barato del año, que en esta ocasión se llevará a cabo del 17 al 20 de noviembre.
Para 25 por ciento de los mexicanos, la situación económica y la inflación les impide comprar. Otro 24 por ciento prefiere esperar otro tipo de promociones y ofertas; 22 por ciento dice que no tiene dinero para comprar en esas fechas y 16 por ciento reconoce que hay incertidumbre por sus ingresos. Este último rubro fue el que mostró un comportamiento ascendente con respecto al año pasado, destacó la ejecutiva, al presentar el documento “Expectativas de compra El Buen Fin 2023”.
“En temas de deuda e inflación, dependerá mucho de cómo las marcas sean los suficientemente sensibles para entender que éste es un momento para incentivar mucho más al ahorro, al poder incentivar las compras con el presupuesto que ya tiene planeado el consumidor”, expuso.
Otras barreras para no comprar son la falta de tiempo, el no tener tarjeta de crédito o débito y el temor que las compras hechas no lleguen como se planea o se reciban en mal estado.
La gran mayoría lo espera
Pese a esas limitantes, ocho de cada 10 internautas tienen pensado adquirir algún producto o servicio durante esta edición de El Buen Fin.
Los consumidores que sí desean sumarse a esta campaña buscan ofertas y descuentos más atractivos, así como más formas de financiamiento, entre ellas meses sin intereses, compre ahora y pague después y precios más económicos por pago en efectivo.
También mayores beneficios, como puntos por compras, además de garantías en caso de daños y facilidades en las devoluciones.
De los potenciales compradores, 89 por ciento ha comprado en eidiciones anteriores y 11 por ciento es la primera vez que participará, un segmento que se concentra en edades de 45 años o más.
El comprador potencial está interesado en seis categorías. Aquellos de 25 a 34 años tienen preferencia por moda y belleza, mientras que los de 35 a 44 años planean comprar electrónicos y, finalmente, el grupo de 45 a 54 años está interesado en adquirir viajes.
“Ésta es una buena oportunidad para los negocios de todos los tamaños de poder segmentar las estrategias a los perfiles demográficos de sus consumidores”, señaló la AMVO en su estudio. El 67 por ciento de los potenciales compradores tiene planeado realizar compras durante la campaña combinando canales físicos y digitales. Mientras que tres de cada 10 tienen pensado realizar sus compras exclusivamente en el canal digital, debido a que ahorran tiempo, encuentran más promociones y descuentos, evitan aglomeraciones y detectan mayores facilidades de pago.
Referente a los métodos de pago, la tarjeta de crédito continúa como el preferido entre los compradores potenciales. Pero hay otros métodos, como las tarjetas de débito y departamental, y otros medios de pago no bancarizados que toman relevancia.
La edición 2023 de El Buen Fin superará en 5 por ciento las ventas del 2022, cuando sumaron 134 mil 400 millones de pesos, estimó el presidente de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales, Vicente Yáñez Solloa.