El sindicato United Auto Workers (UAW) declaró ayer una huelga en la mayor planta de montaje de Stellantis, matriz de Chrysler, afectando a la rentable producción de camionetas RAM 1500 de la firma, en una importante ampliación de una medida que dura ya más de un mes.
La UAW informó que otros seis mil 800 trabajadores de una planta de camiones de Michigan irán a la huelga en Stellantis porque la empresa tiene la “peor propuesta sobre la mesa en cuanto a progresión salarial, remuneración de trabajadores temporales y conversión a tiempo completo, ajustes por coste de la vida y más”.
Más de 40 mil sindicalistas que trabajan en Ford, General Motors y Stellantis están ahora en huelga desde que comenzaron los paros el 15 de septiembre.
El sindicato ha llevado a cabo una inusual campaña de huelgas simultáneas contra los tres fabricantes de automóviles de Detroit, exigiendo un aumento salarial del 40 por ciento, incluido un alza inmediata de 20 por ciento, mejoras en los beneficios, así como la cobertura de los trabajadores de la planta de baterías de autos eléctricos bajo acuerdos sindicales.
El presidente de UAW, Shawn Fain, advirtió el viernes de más paros en las fábricas de camiones y todoterrenos de Estados Unidos a menos que los tres fabricantes de Detroit mejoren sus ofertas salariales y de prestaciones, insistiendo en que las empresas pueden permitirse más que los paquetes récord que tienen sobre la mesa.
El movimiento de la UAW contra Sterling Heights es similar al reciente paro de la planta de montaje de camiones de Ford en Kentucky, su operación más rentable a escala mundial.
El 16 de octubre, el presidente de Ford, Bill Ford, advirtió del creciente impacto de la huelga en la firma y en la economía estadounidense.
Según los últimos datos de la consultora económica Anderson Economic Group, las pérdidas económicas totales de la huelga de la UAW ascienden a siete mil 700 millones de dólares, de los cuales tres mil 450 millones corresponden a los “Tres de Detroit”.
EU presenta nueva queja laboral a México
El gobierno de Estados Unidos presentó una nueva queja a México en contra de la empresa china Asiaway Automotive Components por presuntas violaciones a los derechos laborales, por lo que solicitó investigar la situación.
En su queja, que constituye la número 15 bajo el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida (MRR) del T-MEC, el gobierno estadounidense acusa que la empresa con sede en San Luis Potosí está negando el derecho de libertad y asociación colectiva a los trabajadores.
La fábrica de componentes automotrices fue denunciada por trabajadores organizados en la Liga Sindical Obrera Mexicana, quienes interpusieron la queja ante el gobierno de Estados Unidos en agosto de este año.
“La libertad de asociación y la negociación colectiva son pilares fundamentales del T-MEC y de la reforma laboral de México. Los empleadores ya no pueden elegir los sindicatos con los que trabajan y deben respetar los derechos de los trabajadores a seleccionar y afiliarse al sindicato de su elección”, afirmó la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, en un comunicado.
Señaló que la acción subraya el compromiso continuo de Estados Unidos de utilizar el RRM para apoyar los derechos de los trabajadores a organizarse y afiliarse al sindicato de su elección.
