Una de las mayores preocupaciones de los mexicanos es el constante aumento en el precio de los bienes y servicios que adquieren. Aun cuando la inflación da señales de mejoría, 76 por ciento de la población adulta considera que ésta empeorará durante 2024, según una encuesta de Ipsos, líder multinacional en investigación con sede en Francia.
Se trata de una cifra mayor al promedio global (70 por ciento) y está por encima de países como Argentina (71 por ciento) y Brasil (58 por ciento).
Incluso, 75 por ciento de los entrevistados teme que los precios aumenten más rápido que los ingresos de los trabajadores.
En días pasados, el Banco de México (Banxico) aumentó su expectativa de inflación general para una buena parte del 2024. Para el primer trimestre, el instituto central mantuvo su pronóstico en 4.3 por ciento. Sin embargo, para el segundo tercio lo ajustó de 4.0 a 4.1 por ciento; para el tercero, de 3.7 a 3.8 por ciento, y para el cuarto, de 3.4 a 3.5 por ciento.
Sin embargo, reconoció que los pronósticos actualizados incorporan un descenso más gradual en mercancías alimenticias y en servicios; es decir, en dos de los rubros que más golpean el bolsillo del consumidor.
Ante ese escenario, aumentó sus expectativas de inflación subyacente (se integra por mercancías alimenticias y no alimenticias, además de servicios) desde el cuarto trimestre de este año y para todo 2024. Este rubro es uno de los que más preocupa a analistas y al propio Banco de México, ya que es un termómetro futuro de la inflación, al eliminar los precios más volátiles, como son los energéticos y los alimentos agropecuarios.
Al respecto, el subgobernador de Banxico, Jonathan Heath, declaró recientemente que la inflación enfrentará riesgos “bastante grandes” durante el año que está por empezar. En su opinión, el principal reto es que, precisamente, la inflación subyacente baje más para asegurar que el índice general siga descendiendo. Entre las presiones que todavía persisten, señaló el exceso de demanda agregada y los incrementos al salario mínimo acordados durante el mandato del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Tan sólo en 2024, éste subirá otro 20 por ciento, para llegar a más de 100 por ciento en todo el sexenio.
Analistas consideran que la inflación continuará descendiendo el siguiente año, aunque a un ritmo más moderado y no de forma continua. Para los primeros meses se espera un repunte en los precios, el cual se aligerará hacia la segunda mitad del 2024.
Sin embargo, no será suficiente para que la inflación converja a su meta de 3 por ciento en el mediano plazo, la cual se alcanzará hasta el segundo trimestre del 2025, según estimaciones de Banxico.
Ante este escenario, según el estudio “Predicciones globales 2024” de Ipsos, la gran mayoría de los mexicanos piensa que las tasas de interés se mantendrán elevadas, lo cual hace más caro el acceso al crédito. El 76 por ciento prevé que éstas serán más altas el siguiente año.
Actualmente, la tasa de referencia del Banco de México se ubica en 11.25 por ciento, el nivel más alto en registro. Sin embargo, se espera que los recortes inicien en el primer trimestre del año. El consenso del mercado prevé que cierre 2024 entre 10.25 y 10.50 por ciento; es decir, un nivel aún elevado.
Más desocupación
En materia económica, 63 por ciento de los encuestados por Ipsos considera que en 2024 habrá más desocupación. Actualmente, la población sin empleo representa 2.7 por ciento de las personas en edad de trabajar que tienen un puesto laboral o buscan uno, uno de los niveles más bajos en registro. Sin embargo, la Organización Internacional del Trabajo anticipó un panorama complejo para América Latina en este sector, con un repunte del desempleo, más informalidad y un creciente “fenómeno del trabajador pobre”; es decir, aquel segmento de la población que recibe un ingreso laboral que no le es suficiente para vivir de manera adecuada.
Al respecto, 68 por ciento de los encuestados piensa que la Inteligencia Artificial hará que se pierdan muchos empleos en el país, mientras que 48 por ciento considera que este fenómeno creará “muchos” puestos de trabajo.
Pese a este escenario, la gran mayoría de la población mundial y de México se mantiene optimista. En promedio global, 70 por ciento tiene la esperanza de que el año entrante será mejor. A pesar de este aumento, los niveles de optimismo aún no han vuelto a los observados previo a la pandemia (entre 75 por ciento y 80 por ciento).
En ese mismo tema, los mexicanos se mostraron optimistas, pues 87 por ciento respondió que será un mejor año que 2023.
