El Servicio de Administración Tributaria (SAT) informó que la recaudación de impuestos acumulada al cierre del 2023 alcanzó una cifra récord de cuatro billones 517 mil 730 millones de pesos, “sin la necesidad de crear nuevos impuestos o aumentar los ya existentes”.
Sin embargo, no logró alcanzar la meta de captación tributaria que se fijó, pues ésta quedó por debajo en casi 106 mil millones de pesos, lo que representó una cifra de 2.3 por ciento.
El brazo fiscalizador de la Secretaría de Hacienda destacó que esta cifra representa 705 mil millones de pesos más que el mismo periodo del 2022, un crecimiento real de 12.3 por ciento.
Asimismo, a lo largo del actual sexenio, se ha observado un crecimiento sostenido de los ingresos tributarios pasando de 3.0 billones a 4.5 billones de pesos, lo que significa un incremento de 48 por ciento en términos nominales, sin la necesidad de crear nuevos impuestos o aumentar los ya existentes.
Sin detallar la recaudación por tipo de impuesto, refirió que esta cifra histórica se ha alcanzado gracias a las estrategias del Plan Maestro de Fiscalización y Recaudación, que han permitido piso parejo en el cobro de impuestos, así como al compromiso y el trabajo honesto de las personas servidoras públicas del SAT.
En un comunicado, resaltó que con este incremento se ha logrado un mayor gasto en infraestructura y en programas sociales en beneficio de los mexicanos.
“Lo anterior, sólo es posible gracias al compromiso de los contribuyentes que cumplen con sus obligaciones fiscales, lo que permite contar con finanzas públicas sanas en el país”, subrayó la autoridad.
Sin embargo, México se mantiene en el último sitio en recaudación entre los 38 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En el más reciente informe “Estadísticas de ingresos 2023”, divulgado a mediados de diciembre del 2023, el organismo internacional informó que, por segundo año consecutivo, la recaudación en México bajó respecto al Producto Interno Bruto (PIB) en 2022, por lo cual se mantiene en el último lugar entre las economías que la integran.
Señaló que los ingresos tributarios de México representaron sólo 16.9 por ciento del PIB, lo que significa un retroceso respecto al 2021 y 2020, cuando representaron 17.3 y 17.7 por ciento del PIB, respectivamente.
Información del organismo detalla que, durante 2022, la estructura tributaria mexicana se caracterizó por una menor proporción de ingresos procedentes del Impuestos sobre la Renta (ISR) de personas físicas, en predial y, sustancialmente, en retrocesos en las contribuciones a la seguridad social.
En tanto, la recaudación de México aumentó en los rubros de ISR a personas morales, el impuesto sobre nómina, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, el IEPS.
La OCDE destacó que, a pesar del retroceso que registraron los ingresos tributarios en 2022 a 16.9 por ciento del PIB, presenta un aumento en comparación su nivel de 11.5 por ciento en 2000.
Durante ese periodo, mencionó, el menor nivel de recaudación en México fue de 11.4 por ciento en 2005, mientas que la más alta se registró en 2020, de 17.7 por ciento del PIB, a pesar del impacto del Covid-19. Esto, debido a que a causa de la pandemia, la economía mexicana se contrajo más de ocho por ciento y el Gobierno federal intensificó su estrategia de combate a la evasión entre los llamados grandes contribuyentes.
