La industria aeroespacial se enfrenta a un creciente trastorno por el incidente que un avión Boeing de Alaska Airlines tuvo el 5 de enero, después de que los reguladores estadounidenses congelaran el aumento de la producción del 737 MAX-9, provocando inquietud sobre los planes de crecimiento de aerolíneas y proveedores de todo el mundo.
La Administración Federal de la Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) anunció una intervención sin precedentes en los planes de producción de Boeing, en una decisión de doble filo que también supuso el levantamiento de la inmovilización parcial del modelo 737 MAX-9, una vez concluidas las inspecciones.
Según la FAA, Boeing podrá seguir produciendo los MAX al ritmo mensual actual, pero no podrá aumentar la fabricación. No ofreció una estimación de cuánto tiempo durará la limitación y no especificó el número de aviones que pueden producirse cada mes. Tras el anuncio, ayer las acciones del fabricante cayeron ayer 5.72 por ciento,
Los expertos señalaron que la respuesta de la FAA a unos controles de calidad “inaceptables” podría retrasar algunas entregas de nuevos aviones a las aerolíneas y perjudicar a los proveedores.
Ese efecto dominó comenzó a manifestarse, cuando Southwest Airlines, un fiel cliente de Boeing, modificó sus planes de flota para 2024 y dijo que espera recibir menos entregas de aviones 737 MAX a lo largo del año.
Boeing está tratando de aumentar la producción de su familia 737 MAX de pasillo único más vendida para mantener el ritmo de la demanda y cerrar una brecha en el mercado de aviones con el fabricante europeo Airbus.
Los analistas han expresado su preocupación por la posibilidad de que un escrutinio adicional de las fábricas de Boeing, tras el incidente del MAX 9 afecte al aumento de producción del MAX 8, más pequeño y más vendido, y una fuente clave de efectivo para Boeing y muchos proveedores.
Alaska Airlines estimó que la suspensión de vuelos de algunos Boeing 737 MAX-9 en Estados Unidos tendrá un impacto de 150 millones de dólares en su balance.
Por su parte, el director ejecutivo de American Airlines, Robert Isom, dijo ayer que Boeing necesita organizarse mejor. “Vamos a hacerles responsables. la empresa necesita actuar en conjunto. Los problemas que han estado enfrentando, desde hace algunos años, son inaceptables”, señaló en una conferencia para discutir los resultados trimestrales.
Regresan al cielo. Un avión de Copa Airlines se convirtió ayer en el primer 737 MAX-9 en volver al servicio, después de que 171 naves quedaran en tierra este mes a raíz del incidente de Alaska Airlines.
Lo anterior, luego de que la FAA aprobó, el miércoles, un proceso de inspección que permitirá a estas aeronaves inmovilizadas volver al servicio.
Aeroméxico también informó, en un comunicado, que recibió la autorización para reincorporar los equipos Boeing 737 MAX-9 a la operación, una vez que concluyan las inspecciones aprobadas por la FAA, “situación que esperamos concluya en los próximos días”.
Alaska Airlines también espera empezar a volar hoy sus aeronaves.
En bancarrota
Tal como se filtró hace unos días, la aerolínea brasileña Gol dijo ayer que está solicitando la protección por bancarrota del Capítulo 11 en Estados Unidos, según una presentación al regulador de valores.