Moody’s bajó la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex) a B3 desde B1 y mantuvo la perspectiva negativa, debido a mayores necesidades de liquidez, un mayor costo de capital y elevados vencimientos de deuda que enfrentará en los siguientes dos a tres años.
La agencia internacional informó anoche que bajó la evaluación del riesgo crediticio base (BCA, por sus siglas en inglés) de Pemex a ca desde caa3, lo que refleja su fortaleza crediticia intrínseca y que recortó a B3 desde B1 la calificación de familia corporativa (CFR, por sus siglas en inglés) de la petrolera mexicana,
Explicó que la baja de la BCA a ca desde caa3 refleja las necesidades de liquidez incrementales de Pemex debido a mayores requerimientos de capital, un mayor costo de capital y a los elevados vencimientos de deuda que enfrentará en los siguientes dos a tres años.
Además, la compañía enfrentará mayores riesgos de negocio al continuar ampliando su capacidad de refinación y al tratar de incrementar su producción.
La acción también toma en cuenta que la falta de medidas de Pemex para reducir su exposición a riesgos ambientales, sociales y de gobierno corporativo, ha conllevado a algunos bancos a limitar su exposición a la compañía, expuso.
A su vez, expuso, la baja a B3 incorpora el deterioro de la calidad crediticia intrínseca de Pemex, así como la revisión del supuesto de Moody’s con respecto al apoyo que recibe la compañía del Gobierno, el cual pasó a alto desde muy alto.
El cambio prevé los supuestos de Moody’s sobre una probable modificación de la voluntad de respaldar el pago de servicio de la deuda completo en los siguientes años, en vista de las necesidades de efectivo incrementales de Pemex y las proyecciones de la calificadora de un mayor deterioro de las condiciones fiscales del Gobierno en 2024.
Este deterioro se debe a un aumento considerable del déficit, impulsado por el gasto social, costos de endeudamiento persistentemente altos y gastos elevados en proyectos emblemáticos.