Crisis hídrica y olas de sequía

Ven riesgos en seguridad alimentaria y alza de precios

Empresarios consideran que habrá menor producción agrícola e industrial, lo cual presionará la inflación; ganaderos avizoran año complicado y agricultores buscan sembrar opciones que requieran menos agua

El agro emplea cerca de 75% del agua que existe en el país.
El agro emplea cerca de 75% del agua que existe en el país. Foto: Cuartoscuro

La crisis hídrica y las crecientes olas de sequía se traducen en una menor disponibilidad de producción agrícola e industrial, lo que pone en peligro la seguridad alimentaria y genera riesgos de incrementos en precios, señalan empresarios, ganaderos y organismos internacionales.

El sector agrícola emplea 75 por ciento del agua en el país. “Esta actividad va a contar con menos agua que el año pasado y eso va a generar menor producción de alimentos; los pocos que se obtengan se van a encarecer”, dice Eduardo Viesca de la Garza, presidente de la Comisión de Agua de la Concamin y de apoyo al Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

El especialista añade que, si bien la mayoría de las industrias está preparada para enfrentar este escenario, con plantas de tratamiento y el menor uso de agua, ciertos sectores sí requieren de este insumo en mayor medida y, algunos de ellos, ya sufren escasez; entonces, “también van a producir menos y eso va a provocar, indudablemente, carencia de algunos productos que se generan por la industria, los cuales van a subir de precio”.

El propio Banco de México (Banxico) señala que uno de los riesgos para la inflación son los fenómenos climáticos, como las sequías. En el último “Reporte sobre las economías regionales”, expuso que, de enero a septiembre del 2023, el Indicador de Exposición a la Sequía (incluye 16 de los productos más relevantes en materia de alimentación) mostró una tendencia al alza y niveles mayores que en el mismo periodo del año previo.

Maíz, aguacate, alfalfa verde, fresa y caña de azúcar, son los cultivos que más contribuyeron al valor de este indicador en noviembre (último dato disponible).

Ante este escenario, en algunas zonas del país optaron por cambiar lo que se siembra. En la región centro, citó Banxico, hubo un aumento en la producción de avena grano y amaranto, ya que requieren menos agua para su producción. “Esta elección de cultivos se debió a las condiciones de sequía experimentadas en esa región”, dijo.

Alfonso De Vega, director de la Unión Ganadera Regional del Norte de Puebla y productor de Veracruz, afirma que el sector se ha visto afectado por la escasez de agua y las sequías en algunas partes del país, particularmente las de abril y mayo, a lo que se suma la falta de programas de apoyo del Gobierno. El 2023, dice, fue el año más seco y los pronósticos del 2024 apuntan a que será peor.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) destacó que la escasez de agua constituye uno de los retos más acuciantes. Actualmente, dos mil 400 millones de personas en el mundo, muchos agricultores, sufren el estrés hídrico. En México, señala el Imco, hay 14 millones. Li Lifeng, director de la División de Tierras y Aguas de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), expuso que la escasez supone menos insumo para la producción agrícola, lo cual, a su vez, implica menor disponibilidad de alimentos y pone en peligro la seguridad alimentaria y la nutrición. “En vista de que la población mundial llegará a cerca de nueve mil millones en 2050, está claro que la escasez de agua supone una amenaza real para la seguridad alimentaria, pues habrá que cultivar más alimentos con recursos hídricos limitados”, dijo.