La sequía y escasez de agua registradas durante las últimas semanas en la Ciudad de México empiezan a afectar la actividad económica del sector de servicios, alertó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
“Varios negocios, como restaurantes y panaderías, han tenido que detener sus actividades por varias horas ante la falta del líquido”, señaló José Domingo Figueroa, presidente nacional del IMEF.
Es probable, dijo, que estos paros se hagan más frecuentes conforme avance la temporada de sequía en el área metropolitana. Esta situación, añadió, puede afectar la dinámica de crecimiento de la economía local y de los precios, con un impacto a nivel nacional, pues la Zona Metropolitana del Valle de México (CDMX y Estado de México) representa 25 por ciento del PIB del país.
Federico Rubli, vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos, dijo que es un problema serio, “en el IMEF estamos preocupados”, porque al ser un tema transversal afectará a otros sectores, como la construcción, y generará presiones inflacionarias.
Figueroa añadió que, a causa de la severa sequía, se está privilegiando el uso del escaso líquido para consumo humano. Esto implica que la reducción de agua para riego de cosechas mermará aún más la producción de ciertos alimentos, como maíz y caña de azúcar. Al no producir las cantidades requeridas para solventar costos de producción y financiamiento, es muy probable que las carteras vencidas del campo crezcan aceleradamente, expuso.
“Se tendrán que reestructurar créditos al campo e instituciones gubernamentales que apoyan el financiamiento del sector. Seguramente se deberán crear programas de emergencia para financiar las siguientes cosechas”, señaló.
El presidente del IMEF destacó que también el tema del agua es importante para la relocalización de empresa, el llamado nearshoring. “Es una tarea para nuestro país, sobre todo energía limpia, infraestructura carretera y lo relacionado con seguridad y Estado de derecho. El agua, también debe ser contemplado para la relocalización de empresas”.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) destacó que la escasez de agua constituye uno de los retos más acuciantes. Actualmente, dos mil 400 millones de personas en el mundo, muchos agricultores, sufren el estrés hídrico.
En México, señala el Instituto Mexicano para la Competitividad, hay 14 millones. Li Lifeng, director de la División de Tierras y Aguas de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), expuso que la escasez supone menos insumo para la producción agrícola, lo cual, a su vez, implica menor disponibilidad de alimentos y pone en peligro la seguridad alimentaria y la nutrición.
“En vista de que la población mundial llegará a cerca de nueve mil millones en 2050, está claro que la escasez de agua supone una amenaza real para la seguridad alimentaria, pues habrá que cultivar más alimentos con recursos hídricos limitados”, comentó.