El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) exhortó a evaluar los incentivos fiscales que da el Gobierno para atraer inversión, considerando el estrecho espacio hacendario que existe en el país.
Los beneficios fiscales para impulsar la inversión, aunque promueven la generación de empleo, representan un gasto para las finanzas del país, esto en un escenario donde los ingresos públicos han sido menores a lo estimado, comentó. Los estímulos fiscales para facilitar el nearshoring (relocalización industrial) reducirían los ingresos por ISR de grandes contribuyentes en sectores como energía, agricultura y manufactura; estas actividades representan 23.8 por ciento de dicha recaudación sobre personas morales, señaló.
Además de estos incentivos, dijo, es necesario que se consideren otros componentes para la atracción de la inversión, como infraestructura, productividad laboral y Estado de derecho.