Un prometedor proyecto petrolero costa afuera en México operado por la estatal mexicana Pemex “está demorado por las razones correctas”, dijo ayer el jefe de Talos Energy, socio de la petrolera, para permitir cambios en el diseño de ingeniería y poder sacarlo adelante.
El regulador petrolero mexicano aprobó este mes una solicitud de Pemex para modificar el plan de desarrollo del proyecto Zama y recortar su presupuesto a menos de 70 millones de dólares este año, desde más de mil 240 millones de dólares y posponer proyectos de infraestructura relacionados.
Pemex y el regulador, la Comisión Nacional de Hidrocarburos, acordaron mantener la inversión total del proyecto en unos nueve mil 100 millones de dólares hasta 2045.
El retraso “tiene que ver con la puesta en marcha del plan adecuado”, dijo Tim Duncan, director de Talos, en una conferencia telefónica. “Algunos de los trabajos de diseño de ingeniería están tomando un poco más de tiempo, pero se está haciendo un esfuerzo para hacerlo bien y estoy conforme con eso”, añadió.
Talos, que en 2017 descubrió Zama, con un estimado de 735 millones de barriles de reservas, quería operar el proyecto en aguas profundas del Golfo de México, pero las autoridades mexicanas dieron a Pemex el derecho a ser el operador. En septiembre completó una transacción de 125 millones de dólares con una unidad del Grupo Carso, propiedad del magnate mexicano Carlos Slim.