Hogares, empresas, bancos y otras instituciones en México demandan más efectivo, debido, entre otros factores, al constante ingreso de remesas, transferencias gubernamentales en ascenso, ajustes salariales, inflación y el mayor dinamismo de la economía nacional.
La base monetaria, integrada por los billetes y monedas en circulación, así como por los depósitos bancarios en cuenta corriente, aumenta 76.7 por ciento en lo que va de la actual administración, el mayor avance en al menos los últimos cuatro sexenios, y se espera que siga en ascenso en el marco del próximo proceso electoral.
De diciembre del 2018 a enero de este año, este agregado monetario aumentó de 1.67 a 2.96 billones de pesos, según datos publicados por el Banco de México (Banxico).
Con Enrique Peña Nieto, considerando periodos similares, este indicador creció 75.3 por ciento; con Felipe Calderón, 61.1 por ciento, y con Vicente Fox, 69.8 por ciento, dan cuenta los datos de Banxico.
Factores como el constante crecimiento de las remesas, que terminan por convertirse en pesos, las transferencias que da el Gobierno a la población y la mayor masa salarial influyen en su aumento, señaló Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base.
La demanda de base monetaria también responde a factores como el crecimiento de la economía, las tasas de interés y la inflación, incluso a factores estacionales, como días festivos, las quincenas de pago a los trabajadores, los periodos vacacionales y la celebración de eventos como Navidad, señaló Citibanamex.
Para satisfacer la demanda de dinero, Banxico “crea” o “destruye” base monetaria, a través de la compraventa de divisas o valores y el otorgamiento de crédito a la banca, con el objetivo de evitar desequilibrios en el mercado, como mayor inflación.
Comicios, con mayor demanda. Se espera que este agregado de recursos aumente de cara al proceso electoral, a la par de un mayor gasto público, señaló Grupo Financiero Citibanamex.
Del 2000 a 2023, la base monetaria creció 8.5 por ciento en promedio anual y, durante los periodos de elecciones, ésta aceleró su ritmo de crecimiento. En el segundo y tercer trimestre de años electorales, durante el mismo periodo, estos recursos aumentaron a un ritmo promedio de 12.4 por ciento anual, es decir, una cifra mayor que el promedio histórico.
El grupo financiero añadió que existe evidencia de que la actividad económica agregada (PIB), en particular el gasto público, crece por arriba de su promedio histórico durante dos trimestres previos a las elecciones.
“Dado que uno de los determinantes de la demanda de dinero es la actividad económica, podemos argumentar que la aceleración de la base monetaria se explica, en parte, por ese factor”, añadió en un reporte. Considerando la expansión del gasto público presupuestada para este año, con el mayor déficit desde 1988 y que es un año electoral, anticipó una concentración del gasto público durante el primer semestre del 2024.
“Este impulso fiscal será un soporte relevante de la actividad económica, que mitigará el efecto de la debilidad que persistiría en la demanda externa durante dicho periodo”, dijo.
Siller explicó que el incremento en la base monetaria, también llamada “dinero de alto poder”, se refleja en un mayor dinamismo de rubros como el consumo, el cual está en máximos históricos.
Si bien una mayor base monetaria puede generar mayor inflación, no siempre es así, si el Banco de México interviene de manera oportuna para evitar este tipo de distorsiones, expuso la analista.
En su opinión, lo que sí genera riesgo de mayorores presiones inflacionarias es el mayor gasto público que va a detonar el Gobierno este año, aunado a los altos déficits y las constantes transferencias a la población.
Banxico explica, en el documento: “La conducción de la política monetaria”, que los actores económicos, como el público, las empresas y los bancos, necesitan efectivo para realizar muchas de sus transacciones. Sin embargo, éstos enfrentan un costo de oportunidad por mantener efectivo, ya que es posible obtener mayores beneficios en cuanto a rendimiento y seguridad conservando la riqueza en otros activos. De ahí que la tendencia sea evitar tener saldos por arriba de los necesarios.