La Inversión Fija Bruta (IFB) y el consumo privado, dos de los motores de crecimiento más importantes para la economía, registraron resultados positivos en 2023.
La IFB, definida como el gasto en maquinaria, equipo y construcción, creció 19.68 por ciento, la mayor alza desde 1994 que hay datos disponibles en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Lo anterior, impulsado por las obras emblemáticas del Gobierno federal y el dinamismo de industrias como la automotriz.
“La inversión en México tuvo un muy buen año en 2023. Creció 19.7 por ciento, su mayor alza porcentual en registro; sin embargo, en el segundo semestre, se moderó considerablemente”, señaló Carlos Ramírez, analista de Integralia.
Los factores que más contribuyeron al crecimiento del indicador fueron la recuperación del sector automotriz, que llevó a la inversión en equipo de transporte a crecer 27.24 por ciento en el caso de la nacional y 55.49 por ciento, en la importada, dijo Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base.
También, el resultado obedeció a la incorporación de datos de obras públicas realizadas en años anteriores, que llevaron al componente de construcción no residencial a crecer 38.79 por ciento en el año.
“Esto último es importante, ya que las cifras de finanzas públicas para 2023 muestran que, en el año, el gasto en inversión física tuvo una contracción real de 10.23 por ciento”, expuso la especialista.
Sin embargo, la IFB se estancó en la recta final del año. Tan sólo en diciembre mostró una ligera contracción de 0.02 por ciento frente a noviembre, con lo cual hiló dos retrocesos consecutivos por primera vez desde mediados de 2022.
Analistas esperan que el dinamismo de la inversión se extienda para 2024, al menos durante la primera parte. “Creemos que la inversión mantendrá un impulso importante en el primer semestre del año, con la construcción beneficiándose de los esfuerzos para concluir los proyectos insignia del Gobierno federal y las obras relacionadas al nearshoring”, señaló Juan Carlos Alderete, analista de Banorte.
Sobre los primeros, dijo, la atención está en el Tren Maya, el Corredor Interoceánico y el Tren Interurbano México-Toluca, con algunos de los estimados apuntando a que estos proyectos podrían estar listos a finales de marzo o principios de abril.
Pasando al sector privado, los anuncios de inversión siguen, con muchos todavía concentrados en el rubro automotriz. Uno de los más sonados en fechas recientes fue el de Volkswagen, que destinará 942 millones de dólares a un centro de electromovilidad.
“Otro viento a favor incluye las obras de reconstrucción en Acapulco, tras el huracán Otis del año pasado”, expuso el analista. De acuerdo con la Secretaría de Turismo, el puerto cuenta con siete mil 110 habitaciones disponibles en 167 hoteles, superando la expectativa de seis mil 700 para el cierre del primer trimestre del año, añadió.
“En este sentido, creemos que el dinamismo en estos sectores seguirá reflejándose en tasas de crecimiento elevadas en la parte ‘no residencial’ de este sector, reconociendo un panorama todavía retador para el rubro ‘residencial’”, comentó.
Gana fuerza
El consumo también tuvo un buen año. En 2023 creció 4.39 por ciento, con lo cual alcanzó un nuevo máximo en diciembre y sumó tres años avanzando por arriba de la economía nacional, la cual se expandió 3.2 por ciento en el periodo.
Si bien mostró una ligera desaceleración frente a 2021 y 2022, se mantuvo resiliente y fue clave para un mayor dinamismo de la actividad nacional.
Este indicador estuvo impulsado por la compra de bienes importados, la cual se disparó 20.18 por ciento, favorecida por el peso fortachón. El peor desempeño se observó en el consumo de bienes de origen nacional, que sólo creció 0.38 por ciento en 2023.
“El consumo en México se vio favorecido a lo largo del 2023 por la disminución de la tasa de desempleo, las transferencias del Gobierno, el otorgamiento de crédito, la desaceleración de la inflación, la apreciación del peso y el mayor otorgamiento del crédito”, expuso Gabriela Siller.
Para 2024 se prevé que crezca alrededor de 3.5 por ciento, debido al alza en el salario mínimo real, las transferencias que el Gobierno otorga a ciertos grupos de la población, el crecimiento de las remesas y la desaceleración de la inflación, prevén.