La morosidad de los créditos personales en México creció 23.9 por ciento en promedio anual y en términos reales (considerando la inflación) durante 2023, en un entorno de altas tasas de interés, muestran datos del Banco de México (Banxico).
Es la mayor cifra desde 2018 y se registra tras tres años en que la cartera vencida mostró datos a la baja. Incluso, durante el año, en julio, los impagos se dispararon hasta 31.19 por ciento, uno de los niveles más altos en registro
En diciembre pasado, la morosidad en este rubro sumó 11 mil 319 millones de pesos, un monto no visto en registro, casi dos mil 900 millones más que un año atrás, señalan las cifras de Banxico.
“Los hogares muestran mayores niveles de endeudamiento, lo cual es un factor que se debe seguir de cerca, considerando que la economía atraviesa por un periodo de altas tasas de interés”, señaló Héctor Magaña, profesor del Tec de Monterrey.
Si bien el mercado laboral está sólido, con una masa salarial en pleno crecimiento y una inflación con presiones más moderadas, esta situación puede generar problemas futuros en las familias del país, añadió.
Los impagos se han venido incrementando en los últimos meses, en medio de aumentos en el costo del crédito, lo cual presiona un financiamiento de por sí caro en la mayoría de los casos.
La tasa promedio ponderada por saldo de los créditos personales subió de 44.0 por ciento al cierre del 2020 a 46.8 por ciento en agosto del 2023.
Para algunos analistas es un factor de preocupación este fenómeno, mientras que los banqueros aseguran que los niveles se mantienen estables.
BBVA destacó en el informe “Situación Banca México” que el Índice de Morosidad del crédito al consumo (incluye plásticos bancarios, préstamos de nómina y personales, así como bienes duraderos, como automotriz) fue de 3.4 por ciento de la cartera de crédito en diciembre del 2023, mayor al 2.9 por ciento registrado en el mismo mes del 2022.
En el promedio anual, dijo, también se observó un incremento, aunque de menor magnitud (de 2.9 por ciento en 2022 a 3.1 por ciento en 2023).
“La cartera vencida de este segmento aceleró notablemente su crecimiento a partir de junio del 2023 y ha mantenido tasas de crecimiento real superiores a 20 por ciento desde ese mes”, expuso.
“A la par de esta tendencia, también se ha visto un incremento en la tasa de crecimiento real de las quitas y castigos, que registraron tasas de doble dígito a partir de julio.
Es decir, si bien la cartera de consumo ha experimentado un deterioro, éste ha sido acompañado por saneamientos que han mantenido controlada la calidad de la cartera”, añadió.
En cuanto al comportamiento del crédito, BBVA, el banco más grande que opera en el país, señaló que el segmento de financiamientos personales fue el que registró menor dinamismo dentro de la cartera de crédito al consumo y fue el único que no logró tasas de crecimiento de doble dígito en 2023.
En particular, en diciembre, su tasa de expansión real anual fue de 7.5 por ciento, mayor al 5.7 por ciento observado en el mismo mes del 2022.
En promedio para el año, la tasa real anual fue 7.6 por ciento, mayor al 3.9 por ciento registrado en 2022. Se espera que, en general, el crédito al consumo siga en ascenso los siguientes meses.