Derivado de una expectativa positiva de crecimiento económico para este año, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) incrementó la perspectiva de crecimiento económico para México y la pasó de 1.8 por ciento a 2.1 por ciento.
De acuerdo con el organismo internacional, si bien es positivo la estimación central de un posible crecimiento, también existen algunas alertas que se deben considerar, como un posible escenario negativo, marcado principalmente por tasas de crecimiento de Estados Unidos por debajo de las expectativas, mayores presiones inflacionarias y un periodo más prolongado de altas tasas de interés, podrían llevar a que la economía mexicana se contrajera hasta 0.7 por ciento en 2024.
Asimismo, señaló que el año pasado México creció a un nivel de 3.0 por ciento, al igual que Brasil, ambos países liderando a las naciones de la región de América Latina.
“La economía latinoamericana se comportó el año pasado mejor de lo previsto. Las expectativas cuando empezó el 2023 eran de tener un crecimiento de la región en torno al 1.0 por ciento y finalmente hemos terminado en un 2.1 o 2.2 por ciento, mucho mejor de lo esperado”, señala el informe macroeconómico titulado “¿Listos para despegar? Aprovechar la estabilidad macroeconómica para el crecimiento”, se lee.
El documento presentado ayer, ahondó en que en 2023 las economías de América Latina y el Caribe demostraron una fortaleza inesperada, principalmente impulsadas por México y Brasil.
“El economista jefe del BID, Eric Parrado, bromea con que a diferencia de los últimos años no ha habido ningún susto que haya forzado a cambiar a última hora el informe. La pandemia en 2020, la invasión rusa de Ucrania en 2022 y las turbulencias financieras de los bancos de Estados Unidos en 2023 cambiaron el panorama económico”, indica el reporte.
Uno de los factores que más resaltó el reporte está relacionado con las políticas fiscales que los países de la región tomaron para lidiar con los efectos de la pandemia, junto a un crecimiento generalizado de la economía global, lo cual, asegura, dieron el empujón necesario para la recuperación que se está experimentando.
Además, destacó la reacción de los bancos centrales de la región para hacer frente a la inflación, lo que bajo su criterio abonó también el terreno para que los datos del año pasado superaran las expectativas.
“Los bancos centrales de la región reaccionaron oportunamente, mucho antes que los países desarrollados y además con tasas de interés mucho más altas”, valoró Parrado y añadió que en la respuesta a la pandemia y a los efectos que dejó en las economías “los sistemas bancarios de América Latina fueron parte de la solución, no parte del problema como había sido el pasado”, sostuvo
La alzas de tasas de interés lograron que la media de inflación anual cayera al 3.8 por ciento en diciembre del año pasado y, a su vez, los déficits fiscales primarios se equilibraron al reducirse el gasto generado por la Covid-19, según explica el reporte.
Menor deuda
El estudio también contempla información relacionada con la deuda pública de América Latina y el Caribe, la cual, el organismo señaló que disminuyó entre 2020 y 2023 para acercarse a niveles prepandémicos.
“Como resultado de los esfuerzos de ajuste fiscal en la región, la deuda pública está disminuyendo y se acerca a niveles anteriores a la pandemia”, asegura la institución en dicho informe.
La deuda pública experimentó una disminución de 11 puntos porcentuales en relación al Producto Interno Bruto (PIB), pasando de 71 por ciento en 2020, a 66 por ciento en 2021, 62 por ciento en 2022 y 60 por ciento en 2023.
Otro de los factores que influye negativamente son ambientales; el informe destacó el impacto del fenómeno meteorológico de El Niño en algunos países de la región, en concreto los del Cono Sur, como Argentina y Uruguay.
Este evento, que se prolongará hasta abril de este año, de acuerdo con estimaciones de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), causó sequías en los países del sur, lo cual afectó la producción de materias primas.
Por lo tanto, el reporte prevé que El Niño puede causar un aumento del 3 por ciento de la deuda como porcentaje del PIB en los países de dicha región en tres años, por lo que el banco recomienda a los Gobiernos destinar recursos públicos para adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático que afectan a la economía.