De cara al cierre de la administración, la promesa del Gobierno federal de tener un sistema de Salud semejante al de Dinamarca, no se cumplió y aún está muy alejado de cualquier parecido, señaló el sector privado de México.
En su reporte semanal, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), señaló que el desmantelamiento del Seguro Popular significó que, en 2020 en medio de la crisis por el Covid-19, casi 16 millones de personas perdieran su acceso a servicios de salud, cifra que se duplicó para 2022 como resultado de la evidente ineficiencia del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
Sostuvo que, a pesar de los esfuerzos que las autoridades aseguran haber hecho para mejorar el sector, aún se aprecian problemas serios en la calidad de la atención y falta de medicamentos.
Entre 2018 y 2023 fueron 22.7 millones de personas las que perdieron su afiliación a alguna institución de salud y 15.7 millones dejaron de asistir a las instituciones del sistema público, como hospitales generales e institutos, según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2023.
La ENADID indica que la demanda de servicios médicos en farmacias privadas aumentó en 9 millones de personas y la atención en clínicas y hospitales privados creció en 9.8 millones. Los datos de la Encuesta de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), señalan que entre 2018 y 2022 el gasto de los hogares en salud aumentó 30.9 por ciento, refirió el CEESP.
Con base en las cifras de la OCDE, en 2022 el gasto en salud de México como porcentaje del PIB representó 5.5 por ciento, mientras que en Dinamarca fue de 9.5 por ciento, con lo cual, México se ubicó en el penúltimo lugar del ranking de la OCDE.