La noche de este domingo comenzó a circular en medios de comunicación el dramatismo con el que las acciones japonesas cayeron en su apertura del lunes (en Japón tienen 15 horas más de diferencia con nuestro país) a sus niveles más bajos desde principios de enero.
Informan, incluso, que se amplió la venta que hubo la semana pasada debido a la caída de los mercados bursátiles mundiales, y el miedo latente a que las inversiones financiadas por yenes baratos, se deshicieran. El índice Nikkei, refieren, cayó hasta un 8 por ciento, en su peor caída desde el fatídico año 1987.
Todo este panorama, provocó que se recordara aquel 19 de octubre de 1987, el llamado "Lunes Negro", en el que hubo incertidumbre financiera en los mercados de valores, desplomándose como nunca antes, aunque hubiera sido por un tiempo breve.
¿Qué es el 'Lunes Negro' en los mercados bursátiles?
Son dos palabras que los mercados bursátiles, precisamente, no quisieran recordar jamás. El "Lunes Negro" el mundo fue testigo de una de las caídas bursátiles más recordadas por lo graves y rápidas que fueron, porque no sólo fue aquel lunes 19 de octubre de 1987, sino los días posteriores que también dejaron secuelas en el mundo financiero.
Todo comenzó con operaciones en Asia, con el Hong Kong Han Seng Index, que bajó 420.8 puntos, es decir, un 11.10 por ciento. Todo fue consecutivo en Sidney, Tokio, Frankfurt, Ámsterdam y París. Por ejemplo, en Londres, el principal índice, el FTSE, retrocedió un 10.8 por ciento.
De acuerdo a especialistas como Faster Capital, los contextos políticos de aquel entonces daban cuenta que en cualquier momento sucedería una caída como la que se registró ese lunes: desde la sobrevaluación de las acciones, pasando por el rápido crecimiento del comercio computarizado, hasta las tensiones políticas.
Explican que uno de los factores que contribuyó a esa caída fue la proliferación de sistemas de comercio computarizados, pues aunque fueron creados para eficientar el mercado, amplificaron también su velocidad y magnitud. "El Lunes Negro, cuando el pánico se extendió y las órdenes de venta inundaron el mercado, la negociación de programas exacerbó la espiral descendente, lo que provocó una caída rápida y sin precedentes de los precios de las acciones", indica Faster Capital.
¿Y el ámbito político no influyó?
Además de estos sistemas de comercio computarizados, también las tensiones políticas entre economías importantes como la de Estados Unidos y las de Alemania y Japón, fueron factor para esta mayor volatilidad en los mercados de divisas. Los interesados manifestaban su preocupación sobre los desequilibrios comerciales y también el proteccionismo.
Al darse la estrepitosa caída, esas tensiones políticas entre Estados Unidos con Alemania y Japón, se hicieron más evidentes y graves, lo que provocó que los inversores en todo el mundo, se apresuraran a vender sus participaciones, provocando el conocido "efecto dominó".
Entre las secuelas del "Lunes Negro", se registraron en días posteriores caídas significativas y muchos de los mercados perdieron más del 20 por ciento de su valor.
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