Un juez del Tribunal Supremo de Brasil ordenó la suspensión inmediata en todo el país de la red social X, propiedad del empresario Elon Musk. La decisión sigue a una tensa disputa entre el sudafricano y la justicia brasileña, a causa de supuestas acusaciones de desinformación en la plataforma.
El bloqueo de X afecta a más de 20 millones de usuarios en Brasil, uno de los mercados más activos de la plataforma. La orden del juez Alexandre de Moraes también incluye medidas para evitar que los usuarios eludan el bloqueo mediante el uso de redes privadas virtuales (VPN), con multas de hasta 50 mil reales diarios para quienes intenten hacerlo (aproximadamente 175 mil pesos mexicanos).
Además, la decisión del Tribunal también incluyó la congelación de las cuentas financieras del proveedor de internet por satélite Starlink en Brasil, relacionada con Musk.
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Las medidas aplicarán para X hasta que la empresa cumpla con todas las órdenes judiciales, incluido el pago por multas por valor de 18.5 millones de reales y el nombramiento de un representante legal en Brasil.
El conflicto comenzó cuando el juez Alexandre de Moraes, conocido por su enfoque riguroso contra la desinformación, exigió que X designara un representante legal en Brasil para responder a las solicitudes del gobierno.
Esta solicitud, que surgió en un contexto de creciente preocupación por el impacto de la desinformación en la democracia brasileña, fue ignorada por Musk, quien argumentó que cualquier representante nombrado estaría en riesgo de arresto.
La disputa ha puesto en el centro del debate global el delicado equilibrio entre la libertad de expresión y la necesidad de regular el discurso en línea para proteger la democracia. Mientras que Moraes es visto por algunos como un defensor de las instituciones democráticas, Musk ha denunciado las acciones del juez como un ataque a la libertad de expresión, calificándolo de "dictador" en varias ocasiones a través de la misma plataforma X.
Este conflicto no es el primero que enfrenta Musk desde que adquirió X, anteriormente conocida como Twitter, en 2022. Bajo su liderazgo, la plataforma ha adoptado un enfoque más laxo respecto a las normas de moderación de contenido, permitiendo el regreso de cuentas previamente suspendidas y defendiendo la libertad de expresión a ultranza.
Sin embargo, este enfoque ha encontrado resistencia en Brasil, donde las autoridades han intensificado sus esfuerzos para combatir la desinformación y el discurso de odio.
Con información de Reuters y The Washington Post.
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