El Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) aseguró que en México no hay un sistema nacional de pensiones para el retiro y es necesario llevar a cabo una reforma hacendaria que garantice la viabilidad del gasto en pensiones y que los recursos no se utilicen en otras prioridades sociales o económicas.
La asociación civil destacó que, para pagar las pensiones en 2024, se utilizó alrededor del 22 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), situación que ha desencadenado un problema operativo y financiero.
Asimismo, expuso que los esquemas que existen para las pensiones en el país son “fragmentados y desiguales… y la fragmentación del sistema de pensiones genera una elevada desigualdad de oportunidades para alcanzar un retiro digno, lo que tiene implicaciones negativas sobre la movilidad social”.
El CEEY dijo que los problemas que enfrentan las pensiones para el retiro son la falta de continuidad de las políticas públicas y esto provoca que no se logren realizar los cambios operativos; no existe una integración de las pensiones con políticas que se enfoquen en salud y cuidados.
“De acuerdo con las proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo), en 2050 habrá casi 25 millones de personas de 65 años o más, en situación de carencia por acceso a la seguridad social, entonces nos encontramos ante un gran reto en lo referente al sistema de pensiones”, señaló el CEEY.
La asociación propuso que se debe crear una Ley Marco de Pensiones que establezca los parámetros que regirán a los esquemas de pensiones existentes y sea operada bajo la supervisión del Instituto Nacional de Pensiones de Retiro (INPR), organismo autónomo que deberá ser fundado. Éste podría emitir regulaciones, “supervisar y contratar la concesión del fondo solidario que se propone crear.