En esta condición, difícil alcanzar meta del Banxico, dice

Jonathan Heath ve retos en el aumento salarial que busca el nuevo Gobierno

El subgobernador señala que la creación de empleo se está desacelerando, pero afirma que incremento al sueldo viene con fortaleza; reitera que preocupa persistencia en precios de servicios

Jonathan Heath, en una imagen de archivo. Foto: Commons

Aunque el aumento al salario mínimo de 12 por ciento propuesto por la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ayudaría a elevar el poder adquisitivo de los mexicanos, también puede generar presiones inflacionarias, lo que supone un reto más para el Banco de México (Banxico) en su meta de mantener la inflación en un nivel de 3.0 por ciento más menos un punto porcentual, advirtió el subgobernador Jonathan Heath.

Explicó que la creación de empleo en México se está desacelerando, pues según el último reporte del IMSS, en septiembre sólo se registraron 1.6 por ciento más nuevos puestos de trabajo (99 mil 968) respecto al mismo mes de 2023, siendo la menor tasa de crecimiento anual desde abril del 2021 y, además, se sigue reportando una escasez de mano de obra tanto calificada y no calificada en la mayoría de los sectores del país.

No obstante, el subgobernador destacó que los aumentos salariales vienen fuertes, ya que siguen estando por arriba del 9.0 por ciento, por lo que la masa salarial en términos reales sigue creciendo arriba del 6.0 por ciento, lo que provoca un incremento significativo en los costos laborales, principalmente en el sector servicios, que es más susceptible a los cambios en el mercado laboral.

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“Toda esta parte de las presiones salariales, tanto del salario mínimo como de salarios medios, es precisamente el reto más grande que tenemos nosotros que enfrentar para empezar finalmente a ver que se rompe la persistencia de la inflación de los servicios y cruce el primer umbral de 5.0 por ciento”, explicó Jonathan Heath durante su participación en el webinar Perspectivas de la Inflación y Política Monetaria, organizado por el banco Invex.

Durante el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, el salario mínimo en México incrementó en términos reales en 227.3 por ciento en la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN) y 117.3 por ciento en el resto del país.

Con esto el sueldo de los mexicanos pasó de 176.72 y 102.68 pesos diarios, respectivamente, en 2019 a 374.89 y 248.93 pesos diarios, respectivamente en este año. Sin embargo, este ingreso no es suficiente para superar el umbral de pobreza laboral.

Por ello, entre sus 100 compromisos de Gobierno, la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, planteó que el salario mínimo alcance las 2.5 canastas básicas, ya que actualmente éste se encuentra en 1.6 canastas básicas, por lo que con el aumento, el ingreso laboral pasaría a 278.80 pesos diarios en el resto del país y a 419.87 pesos diarios en la ZLFN.

De acuerdo con Carlos Serrano, economista en Jefe de BBVA México, que se pretenda que el salario mínimo alcance 2.5 canastas básicas, que es el ingreso mínimo necesario para que una persona pueda vivir dignamente, es necesario para elevar el poder adquisitivo de los mexicanos y viable; sin embargo, para que no haya presiones al alza en la inflación, lo ideal sería que los incrementos al sueldo de los trabajadores sean del 7.0 por ciento por año.

En este sentido, el integrante de la Junta de Gobierno del Banxico explicó que la inflación de mercancías alimenticias y no alimenticias ya están por debajo del 3.0 por ciento y ya no les queda mucho margen para bajar, pero la inflación de servicios aún no muestra una clara tendencia a la baja,

Sin embargo, sostuvo que el crecimiento de los salarios medios es 4.5 por ciento por arriba de la inflación, lo que hace “muy difícil pensar que vamos a poder romper la persistencia de inflación de los servicios”, por lo que preocupa el incremento salarial preocupa en su análisis del Banxico para mantener a la tasa inflacionaria del país en el rango objetivo.

Bajo este escenario, el subgobernador del banco central reiteró que se debe mantener una postura restrictiva por más tiempo y proceder “con mucha cautela” en las futuras decisiones sobre la tasa de interés, que se encuentra en 10.50 por ciento, ya que todavía no se ha ganado la batalla contra la inflación.

“Tenemos que mantener, para mi gusto, un nivel relativamente elevado por un poco más de tiempo hasta estar seguros que ya estamos rompiendo esta resistencia en los precios de los servicios”, destacó Jonathan Heath.

Además, reconoció que si no logran romper la tendencia alcista de la inflación de servicios y la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos continúa realizando más recortes a la tasa clave, el banco central se verá en la necesidad de también hacer ajustes. Esto al sostener que en el corto plazo el diferencial de tasas no es tan importante para la política monetaria del banco central, pero no se quiere regresar a la diferencia de 612 puntos básicos que hubo antes.

“En el corto plazo tenemos margen de maniobra, pero en el mediano, ni siquiera a largo plazo, debemos tener un ciclo relativamente sincronizado, no tiene que tener una correlación perfecta pero sí una positiva, lo cual significa que en un futuro si la Fed está bajando tasas, nosotros también las terminaremos bajando tarde o temprano porque no podemos ir en contra del ciclo monetario de Estados Unidos”, agregó el subgobernador Jonathan Heath.